Juan Carlos García
Valdés
Hay cuatro tipos de personas en la vida: los que te crean
problemas a propósito, los que ni se meten contigo, los que tienen buena
voluntad y te proponen soluciones y los que, muchas veces sin siquiera preguntarte,
implementan esas soluciones para que tú estés tranquilo y/o feliz y de lo que
los quiero convencer el día de hoy es que incorporen a su vida a la mayor
cantidad de Tipo 4s. ¿Tipo 4s? ¿Qué es eso? ¿Y qué tiene que ver con el inglés?
Lo sabrán todo en un momento.
Tipos de tipos
Aclaremos primero lo de los tipos, tipo que es importante:
Tipo 1: Crean problemas incluso donde no los hay. Se la pasan
criticando, haciendo chismes y emanan generalmente una energía negativa. Siempre
ven algo sospechoso y algo truculento en el progreso de los demás, pero pocas
veces se dan cuenta de que el problema son ellos y su visión del mundo. Sería
bueno recomendarles que se compraran una vida y sale bye, fuera de nuestra vista, de nuestro mundo, de nuestro day a day (obvio no se dice así, pero me
gustó como suena).
Tipo 2: Gente que normalmente no nos causará problemas, pero
que tampoco nos aportará gran cosa. Tal vez la mayoría.
Tipo 3: Estos muchachos son buenos, de verdad. Cuando tenemos
un problema, se esfuerzan por darnos varias alternativas, si bien, como a
menudo pasa en todos lados, estas se encuentran un poco contaminadas por sus
propias ideas locas, inexperiencia y aversiones. Sea como sea, si sabemos
diferenciar entre lo bueno y lo malo de lo que nos ofrecen, nos podemos llevar
muchas cosas positivas de estos bodoquitos.
Tipo 4: Los Dioses del Olimpo. Los Másters de los Másters. Si
te encuentras con uno o varios de este tipo en tu vida, no los dejes ir, por lo
que más quieras. Ellos no sólo te sugerirán qué hacer, sino que pondrán manos a
la obra de inmediato para que estés mejor, para que crezcas como persona, para
que progreses, disfrutes o lo que sea necesario en ese momento de tu vida. Más
bien escasos. Puedes llamar al 01-800-NECESITO-UNO para colocar tu nombre en la
lista de es pera, manzana, sandía, papaya, guayaba o fresa-kiwi.
Ejemplos de tipos
Pongamos las cosas más sencillas, que aquí no estamos en
tesis (tediosa y sin sentido) de licenciatura (que nadie
leerá, gracias a Dios padre) ni en coloquio de intelectuales venidos a más, ni
en tertulia de críticos literarios, ni en junta de académicos, ni en nada que
se le parezca o asemeje-ja-de-je… ah no… ese era aserejé-ja-de-je.
Supongamos, sólo por el simple hecho de suponer, que yo
olvido un libro importante en mi oficina que versa sobre el tema que estaré
impartiendo el día de hoy en mi bella clase intitulada “Palitos y bolitas 4”
(que ustedes pueden cambiar por lo que más refleje su realidad: Principios de
coaching, La teoría de la relatividad, Palitos y bolitas de queso 2, Macramé, o
Principios de la Arquitectura Deconstructivista).
Muy bien. Entonces compartámosle nuestro problema a cada
tipo, a ver qué nos dicen:
El tipo 1 nos diría algo así como: No me sorprende. Eres tan
tonto. Siempre te pasa. De seguro se te olvidó porque te fuiste con tus
amigotes a degustar la vid. No fuera el libro que te dio mi peor enemigo porque
ese nunca se te hubiera olvidado y etcétera, etcétera, etcétera hasta el
infinito y más allá.
Por su parte, el tipo 2 nos diría que “ya qué” y san se acabó
la historia. Ni le va ni le viene, ni tiene vela en este entierro, ni se va a
enterrar porque nos estemos muriendo, ni va a pasar nada de nada, cero punto
cero, cero a la izquierda, lo mismo que si se hubiera muerto una mosquita en
Vanuatu. Él o ella se tapan un ojo, se tapan el otro y nada que ver.
El tipo 3, mientras tanto, nos diría que hay muchas opciones:
que podemos llamar a un Uber y pedirle que nos la traiga, si bien, tal vez, eso
implicaría darle la llave, que podríamos pausar la clase y solicitarle a
alguien que nos eche un ride para
recoger nuestro cuadernillo, que podríamos rezar para que por arte de la Divina
Providencia nuestra notebook arribase
o que simplemente podríamos buscar parte del contenido en internet, Wikipedia o
vayan ustedes a saber dónde, lo cierto es que el mundo no se acaba y hay
opciones.
El tipo 4, se te queda viendo con cara de “qué bonita es la
vida”, agarra la llave, te dice que empieces tu clase y mientras tú comienzas, él
o ella se van por la libreta. Asunto arreglado. Tienes lo que querías. No hay
culpas ni recriminaciones. No hay sospechas ni nada de nada.
Pequeña confesión
Antes, cuando era inexperto y tonto, feo y pobre, yo le daba
cabida a todos en mi vida. No importaba si eran tipo 1, 2, 3 o 4, yo abría mis
brazos y les dedicaba parte de mi entonces mísero tiempo.
Sin embargo, ahora que he crecido un poco más, aunque todavía
soy un niño, ahora bello y un poco más inteligente, me he dado cuenta que gran
parte de tu felicidad en la life
radica en el hecho de saber a quién sí abrirle la puerta y a quién de plano no.
Así las cosas, si antes todos eran bienvenidos en la viña del
señor… García, ahora los requisitos para obtener el visado permanente sí que se
han puesto intensos y vamos por más.
La gente que me crea problemas, sobre todo intencionalmente, prontamente
sale de mi esfera como si yo fuera Marco Antonio Rodríguez, Draculín o
Chiquimarco, y tuviera a la mano un par de tarjetas rojas que puedo usar como torero.
La gente que ni fu ni fa pues no me causa problemas, pero cuál
es la razón de tenerlos cerca de mí, si son muy grises para mis colores
radiantes. Me voy alejando, por lo tanto.
La gente que me propone soluciones, bienvenida. Los escucho,
aunque no siempre concuerdo y les agradezco el tiempo que se toman en buscar
que yo esté mejor.
Ah, pero eso sí, los que quieran conseguir el visado permanente
deben volverse Tipo 4s, no porque quiero que sean perfectos, sino porque quiero
saber que a mi alrededor sólo hay gente a la que le interesa que yo esté bien y
que, si por algo no lo estoy, se pondrán las pilas para que pronto lo esté. Esto
claro está, no es egoísta, ya que entre los Tipo 4s, como dirían en mi película
favorita, obvio una de cine de arte, the
feeling is mutual (aunque en estos casos del feeling al hecho no hay mucho trecho).
¿Y esto qué tiene que
ver con el inglés?
Pues todo. Si la calidad de su vida dependerá en buena medida
de la calidad de gente a la que tengan al lado, el secreto para la calidad de
su inglés no versa por otros caminos.
Supongamos que queremos practicar y veamos las reacciones y frases comunes de cada muchachón:
Tipo 1: ¿Para qué quieres el inglés? ¿Te crees muy bilingüe o
qué? Ya deja de creerte gringo. El inglés es muy difícil. El inglés simplemente
no se nos da. Lo pronuncias del nabeishon.
Lo hablas bien feo y aparte era de esperarse. Ya dedícate a otra cosa. No seas
ñoño, ya deja de estudiar. Yo no voy a practicar con alguien como tú. Qué miedo
practicar. Blablabla…
Tipo 2: Está bien que practiques. Sale bye, te cuidas.
Tipo 3: Podríamos buscar a nativos para hablar. Podríamos
viajar a Londres, Liverpool y Tiendas de Francia para practicar. Te voy a
recomendar unas apps. Podríamos ir al café y hablar in English. Podríamos buscar canciones en internet y traducirlas. Podríamos
y podríamos y podríamos, aunque poco se concreta normalmente.
Tipo 4: Mañana tienes una cita con un nativo para practicar. Es
mi amigo y le pedí que te ayudara. Lo ves en Starbucks de Plaza del Corolario a
las 9. Te inscribí a un curso en Escocia. Te quedas en mi departamento. Empiezas
el próximo mes. Te compré un libro para que lo leas. Te compré estas revistas
para que las uses. Sólo te voy a hablar en inglés, así es que ponte las pilas o
sucumbe. Vamos a cantar en inglés ahora mismo. Bajé esta app para que
practiques. Te ayudará a mejorar específicamente tu… tu… y tu… . El próximo
verano nos vamos a Estados Unidos. Tu boleto de avión ya está pagado y también
la estancia en los hoteles. Vamos a practicar como nunca antes.
Hazme un mundo de
caramelo
Muchos lectores podrán pensar que aspirar a tener Tipo 4s en
sus vidas es un sueño guajiro. Eso sólo pasa en las telenovelas. No seas naïve.
A lo que yo les respondería lo siguiente: se les olvida que
el secreto para estar rodeado de Tipo 4s es, precisamente, convertirse en Tipo
4 primero, sin tratar de obtener nada a cambio, sólo por el gusto de ser la
mejor persona que podamos ser cada día y en el caso del inglés el mejor
hablante posible en cada momento.
Como relata Brendon Burchard, palabras más, palabras menos, tal
vez la verdadera influencia radique en el hecho de dejarnos influenciar (por
las personas que valen la pena, claro está).
Manos a la obra
¿Quiénes son tus Tipo 4s? ¿Cómo puedes incorporar a más Tipo
4s a tu vida? ¿Ya eres tú un Tipo 4? Si la respuesta es no, ¿qué esperas?
Influye y recibirás mucha influencia positiva. Cambia vidas y
tu vida cambiará. Pasa de la sugerencia a la acción y ve cómo los resultados
fluyen, para ti y para los que te rodean.
Puedes compartir cualquier
duda, pregunta, comentario o sugerencia escribiendo al correo electrónico juan.garciavaldes@cadlenguas.com
Visita CAD Lenguas en Facebook:
y dale like a nuestra página.