Juan Carlos García
Valdés
Hace algún tiempo le regalé una revista, creo que de National
Geographic, a una de mis alumnas favoritas en las que se hablaba sobre un
experimento hecho con infantes en Estados Unidos. De lo que me arrepiento no es
de habérsela regalado, sino de no haber guardado una copia.
Hurgando en la red me encontré el texto y todavía no entiendo
cómo mis colegas no están hablando de esto. Bueno, es que ellos tienen cosas
importantes que hacer… planeaciones, lesson plans, planeaciones, juntas, consejos
técnicos y más planeaciones.
Mientras ellos terminan sus objetivos, competencias, aprendizajes no esperados y bla-bla-blas, que, le pese a quien le pese, no sirven para nada, yo desde aquí promulgo la muerte del teacher.
Duolingo, Open English
y demás
Soy un ferviente admirador de Duolingo y se los recomiendo a
todos mis alumnos. Sin embargo, estoy convencido de que muy pocos podrían
aprender un idioma usando sólo dicha opción. En otras palabras, como
complemento me encanta, pero como recurso único hace que dude (esto por cierto
no es culpa de Duolingo, claro está; sino de asignarle un peso que no le
corresponde).
En cuanto a Open English (u opciones similares), debo decir
dos cosas: En primer lugar, resulta claro que el aprendizaje del inglés tiende
hacia el uso de tecnologías y el mundo virtual (no es que esté descubriendo el
hilo negro, ¿verdad?). En segundo término, dicha migración me parece que no será
suficiente para que el aprendizaje se concrete, si bien puede ayudar de forma
significativa.
Esta transición del mundo real, del mundo de las aulas, al
mundo en línea podría hacernos pensar que cada vez más la figura de los
teachers en el mundo estará en riesgo. Yo mismo me he atrevido a augurar aquí y
ahora el deceso de los maestros de inglés, pero, permítanme recurrir a una
vuelta de tuerca: esto no lo asevero por la invasión de los recursos tecnológicos,
sino por…
El nuevo rol del
teacher
Aquí me permito regresar al artículo. Lo que dice
fundamentalmente Foreign-language experience in infancy: Effects of short-term exposure and social interaction on phonetic learning (Kuhl, Tsao y Liu, 2003) es que la interacción social
juega un rol fundamental en el aprendizaje (por lo menos eso fue lo que
encontraron cuando se tiene nueve meses de edad).
Para no hacerles el cuento largo, en una parte del estudio a
un grupo de bebés norteamericanos los llevan a un salón de clases y nativos del
chino les cuentan historias, precisamente en chino. Mientras tanto, a otro
grupo de bebés del País de las Barras y las Estrellas les muestran el mismo
contenido, pero no a través de nativos, sino de audios y/o DVDs.
La pregunta que surge es ¿quién avanzó más? y, ¡oh, sorpresa!
(o tal vez no tanta), los que más avanzaron fueron los niños que estuvieron con
los nativos del chino, mucho más que los que escucharon lo mismo, pero de la
tele y no de alguien de carne y hueso (a veces más carne que hueso y en mi caso
casi que al revés. Los que quieran saber las minucias del estudio vayan
directamente a él, porque me temo que aquí no habrá espacio para comentarlas).
¿Y si esto fuera cierto no sólo para los nueve-meseros (ok,
suena extraño, como de restaurante), sino para los más creciditos como usted y
como yo? (¿Desde cuándo les hablo de usted a mis lectores?)
La muerte no sólo del
teacher, sino también de la grabadora
Abundan los memes y los chistes del típico maestro de inglés
al que no le puede faltar su grabadora clase tras clase. Y, desafortunadamente,
también abundan los estudiantes que no dan una en comprensión oral. Pero, a
ver, analicemos la situación con lo que Foreign-language
experience in infancy… nos dice.
¿Si los babies avanzaron
más gracias a los nativos del idioma nuevo y prácticamente no registraron
mejoras ante las bocinas, por qué nosotros en el salón de clases favorecemos el
método ineficiente?
Ya sé que me van a decir que es más fácil encontrar
grabadoras que nativos del inglés (al menos en México por ahora lo es), pero si
así nos vamos a poner, pues es más fácil encontrar platos de chilaquiles que
grabadoras y nadie enseña listening con platos de ya-se-me-antojó. (“Ya empezó
J.C. con sus exageraciones y payasadas”).
Ok, sí, ya empecé, pero es la verdad. No se trata de enseñar
con lo primero que está a la mano, sino con lo que realmente funciona y si lo
que realmente funciona es tener a personitas de carne, hueso y un poco de grasa
con nosotros, pues esa debería de ser la función de las instituciones educativas
y de sus tres veces honorables trabajadores y directivos (digo, si realmente
les importa la educación; si nada más están jugando a la escuelita y al
negociazo pues ni quien se inmute).
Reitero… La muerte del
teacher
Habiendo dicho lo anterior, me parece que hay algo que
estamos obviando y eso es que, otra vez, beneficiándonos de tan bello estudio,
que, aparte no es tan nuevo o nada nuevo, le estamos dando muy poco peso a la
interacción social en el proceso de aprendizaje del inglés.
Ya estoy, la verdad, harto de ver cómo los programas de
estudio tienden casi invariablemente al aspecto gramatical (a veces cínicamente,
a veces de manera velada) y cómo al maestro se le impone o él mismo se asigna
un rol que se asemeja más al de la grabadora o al de un robot que al de un ser
humano normal capaz de interactuar, bromear y platicar.
Muchos de los maestros parecen eso, simples robots: llegan al
aula, dibujan sus esquemas, dan instrucciones, firman las tareas y se van. Y lo
peor del caso es que hacen lo mismo durante 20 o 30 años. La gente se puede
beneficiar de los robots, como puede uno sacarle provecho a Duolingo, Open
English y demás, pero es a menudo la interacción diaria con otros individuos la
que nos lleva a dominar un idioma.
La vía alterna consiste en la exposición por muchos años ante
el idioma que se quiere aprender. ¿Es posible aprenderlo de esta otra forma? Sí,
pero estoy cada vez más convencido de que es una vía más larga y por lo tanto más
riesgosa. Si quisiéramos avanzar, haríamos por lo menos dos cosas: empezaríamos
a traer nativos del inglés a nuestras latitudes y promoveríamos la interacción
social (alumno-alumno, alumno-maestro, alumno-resto del mundo), en vez de
seguir con nuestros present continuous,
second conditionals y reported speeches. La clase de inglés debe
desbordarse y debe irse a los cafés, a las plazas públicas, a Facebook, a
Instagram, a la familia misma y al grupo de amigos.
Manos a la obra: La
muerte del teacher es la muerte de su rol
Así las cosas, el teacher que realmente esté preocupado por y
ocupado en el aprendizaje de sus estudiantes debe dejar de ser un loro
repetidor de estructuras y esquemas, un sumiso ante los planes y programas, y
debe convertirse a veces en un guía que muestre el camino correcto, a veces en
un amigo que chismea, otras en un sustituto de un papá o mamá nativo que les
habla a sus pupilos des-pa-ci-to y re-re-re-pitien-do-do-do para que los
alumnos comprendan. Aquí hablamos de la muerte del rol tradicional que da paso al surgimiento de
múltiples roles, flexibles todos y necesarios.
Esa es la verdadera muerte del teacher, no la que algunos de
ustedes, malas personas, me deseaban.
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