Juan Carlos García
Valdés
Hace no mucho, mientras completaba mi curso titulado 'Cómo
perder el tiempo en YouTube: Parte 2536', llegué a un video del único e
inigualable gordito Diego Armando Maradona. Para los pocos que no lo conozcan,
habrá que decir que Marradona debe ser, sin duda ninguna, como dirían mis
amigos de La Rioja, uno de los seres humanos que más ha visitado los extremos:
lo mismo le ha tocado ser un chaval humilde de Villa Fiorito que el mejor
futbolista del planeta, Dios en Argentina, esclavo de las drogas, técnico
odiado y amigo querido.
En fin, esta entrada no va de fútbol, pero sí empieza con una frase del antipático (del gordito, no mía, claro está) que versa, después de algunas sandeces, que tendremos a bien omitir, de la siguiente manera: "Yo soy o blanco o negro, gris no voy a ser en mi vida".
En fin, esta entrada no va de fútbol, pero sí empieza con una frase del antipático (del gordito, no mía, claro está) que versa, después de algunas sandeces, que tendremos a bien omitir, de la siguiente manera: "Yo soy o blanco o negro, gris no voy a ser en mi vida".
Ahora mismo se preguntarán, además de otras cosas como si la
tierra es plana o redonda o qué hubiera pasado si Magneto no se hubiera
separado después del Vuela, vuela, por qué rayos me remito al Pibe de Oro y la respuesta es crystal
clear: Porque a pesar de que lo odio con odio jarocho, el Pelusa (que en
inglés viene a ser lint), con esta
frase nos comparte, sin querer queriendo, una enseñanza que no debemos dejar
pasar: quien quiera aprender un idioma, en este caso el inglés, no puede ir
avanzando a medias tintas; o se decide, o pierde el tiempo, negro o blanco, mas
no grises.
Características de la
gente gris
Puedo hablar de la gente gris porque a menudo me rodean y
porque alguna vez fui uno de ellos. Si la gente amarilla vive en Springfield y
la gente azul constantemente tiene riñas con Gárgamel y Azrael, los grisáceos,
al menos en lo que a idiomas se refiere, tienen las siguientes características:
Punto #1: Nunca tienen
tiempo
La gente gris es muy importante y por eso tiene muchas cosas
qué hacer: una babosada por aquí, otra por allá... "no, es en serio, yo
practicaría inglés, pero tengo que publicar unos memes en Face, subir mis fotos
a Instagram, sacarme otras en Snap, retuitear la última declaración de Justin,
poner jajaja en ocho grupos de Whats, hacer las tonterías que mis maestros o
mis jefes me piden, farandulear por las plazas comerciales de mi villa y ver,
mejor dicho revisar, si mi siguiente viaje será a Dubai o a Las Antillas
Holandesas... oye, tengo que cotizar todas las opciones, aunque al final me
acabe yendo aquí a la Narvarte a visitar a mi cuate de la secu".
Honestamente, ya déjense de pretextos y paren de inventar
tanto. Ni son Barack Obama ni son Emma Watson y lo único que demuestran es que
si bien tienen actividad cerebral, la fase del pensamiento todavía no los
alcanza (y vayan ustedes a saber si un día lo hará).
Punto #2: No son
específicos
Cuando uno les pregunta qué nivel de inglés quieren lograr, a
menudo contestan algo así como "yo quiero hablar bien acá", y la
verdad para hablar así, "bien acá", lo único que hace falta es mover
la silla de allá para... (creo que ustedes pueden completar la frase).
Expresiones del tipo "quiero rifar" son adecuadas
si su trabajo incluye el manejo de una tómbola, pero para lograr sus metas hay
que ser mucho más específicos.
Lo que yo les recomiendo es lo siguiente: establezcan su meta
y pónganle fecha límite. "Hablar bien el inglés" no es una meta
adecuada porque ni siquiera sabemos cuándo debemos revisarla. Pónganle día, mes
y año y revisen, constaten sus avances.
Ahora bien, ya que pusieron la meta y la fecha, vayan de
atrás para adelante: ¿Qué tengo que hacer cada mes, cada semana y cada día para
llegar a mi objetivo? Ya se los digo desde ahora: la gente promedio, la gente
gris, planea del presente al futuro; por el contrario, los cracks de este mundo lo hacen hacia atrás, del futuro progresivo al
presente imperfecto (y escriben todas sus metas, lo cual es sumamente
importante).
Punto #3: La gente gris
es experta en esquelas
Siempre que le pregunten a un ser gris por qué no está
practicando en ese momento, las respuestas que obtendrán serán las siguientes:
"Es que la compu no prende",
"Es que la semana estuvo muy pesada y quiero
descansar",
"Es que la libreta la dejé en la casa",
"Es que la tía Toya se enfermó de catarro",
"Es que la verdad hoy no voy a repasar, pero mañana
sí",
"Es que la manga del muerto".
Y como en esta vida hay karma y todo se regresa, la única
esquela que acaba siendo válida para estos pitufines es:
"Lamentamos la sensible pérdida y nos sumamos al dolor
de Juanito Pérez Niño de Rivera y Alcaraz por el lamentable deceso de su aprendizaje
del idioma inglés. Hacemos votos (como el PRI) para que encuentre la fortaleza
necesaria que le permita superar estos momentos tan difíciles".
Punto #4: Si llegan a
hacer algo, lo hacen todo taaaan mecánicamente
Tengo una alumna a quien le recomendé la técnica de las
canciones de la que he venido hablando en las últimas entradas. Le dije que la
utilizara y que una vez por semana revisaríamos sus avances.
Susanita tiene un ratón (omitiremos aquí su nombre real de
acuerdo con lo establecido en el versículo 12 de la Ley General de Protección
de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados a Echar la Flojera) me
consta que no hacía nada en toda la week y eso sí, faltando ya pocos minutos
para que nos reuniéramos, se ponía a trabajar como político en campaña, para
después llegar y confesarme que la estrategia no funcionaba, "oh my God, qué tristeza".
Pues claro que no iba a funcionar porque lo que se hace
mecánicamente, al aventón y nada más por cumplir, no brinda buenos resultados.
Las cosas hay que hacerlas con pasión, alegría y entusiasmo y a este mundo
parece que a menudo le faltan las tres.
No practiquen por practicar. Háganlo porque hay algo del
idioma que aman y que no pueden dejar fuera de su vida.
Punto #5: Son unos
soñadores
La gente gris se la pasa diciendo que realmente quiere
aprender inglés, "no teacher, ahora sí es mi prioridad, se lo juro por lo
que más quiera, por Onésimo Cepeda, que ahora sí me voy a poner las
pilas", sólo para que al día siguiente, cuando los vemos papaloteando nos
digan algo así como: "No, sí, sí, sí, ya me voy a poner las pilas, pero es
que... ¿qué cree?... Que justo hoy mi gato se cayó de la azotea y al caerse le
arañó la panza al tío Toribio y pues el tío me pidió que, como no se puede
mover, le fuera a comprar su despensa, pero en el súper al que fui no tienen
frijoles refritos, sólo negros y entonces bla bla bla bla bla" por los
siglos de los siglos.
Aléjense de esa gente a la que todo le pasa.
Manos a la obra
Si van a repasar, practicar y aprender, lo tienen que hacer
hoy, no mañana, ni the day after tomorrow,
ni cuando todas las condiciones sean perfectas. Decídanse, dejen de ser grises
y pónganle amor, imprímanle su propio sello al proceso de aprendizaje.
"Yo soy blanco o negro, gris no voy a ser en mi vida".
Carpe Diem.
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