Juan Carlos García
Valdés
La gente dice no aprender inglés porque no tiene tiempo, pero
¿ya nos preguntamos por qué la gente no tiene tiempo?
La gente no tiene tiempo porque un gordo capitalista que ya
tiene 30 casas quiere una más. Pobrecito, le falta una en las Bahamas, en Dubai
o en Punta del Este y entonces todos estamos en friega para cumplirle su
caprichito. Y como él lleva prisa por presumir su nueva adquisición, pues todos
tenemos que mostrar la misma celeridad… y por ende el mismo estrés… y por ende la
misma estulticia que nos caracteriza cada vez más.
Momento, momento… ni
soy tan lento
“Yo no trabajo para ese calvo y gordo capitalista”. Ah no…
pero trabajas para uno de sus achichincles o para su hijo o para uno de sus
proveedores o para el gobierno que le lame las botas. Y si el gordo, calvo y
gruñón tiene prisa, pues esta se multiplica por tres en los que están debajo de
él.
La prisa no es un fenómeno que aparezca de la nada. La prisa surge cuando alguien se siente insatisfecho y quiere aparentar algo que no es, rápido, sin reparo, ahora mismo. Sin embargo, lo que necesita para aparentar no está a la mano y es ahí donde empieza el efecto dominó.
Si no tuviéramos que aparentar tanto, viviríamos con mucha
menos prisa, y nos quedaría tiempo para lo importante (comer, rezar, amar y aprender inglés), pero hemos caído en la malaria de compararlo todo con todo: tus
posesiones con mis posesiones, mis viajes con tus viajes, mis fotos con tus fotos,
mi ropa con tu ropa, mis experiencias con tus experiencias, mis likes con tus likes. Hay prisa por aparentar. Y si él pudo, yo también; y si ella
tuvo, ¿yo por qué no?
Así vivieron casi todos…
Y cuando llegaron a viejos, de edad, porque de espíritu siempre lo fueron, casi ya en el lecho de su muerte, uno le preguntó al otro: "¿Y de esto se trató la vida?" El cuestionado, que no había podido experimentar mucho más que la prisa del día a día, no supo qué responder y se decantó por afirmarlo: “De esto, al parecer, se trató la vida”, no sin antes publicar dicha frase en Facebook, como quien publica ahí mismo que su blog ya tiene una nueva entrada, esperando que así el número de lectores pase de 2 a 3.
El gordo capitalista…
No tenía tiempo para nada, pues cómo iba a permitir que su riqueza pasara de 42 mil millones a 41 mil millones. ¿Se imaginan la tragedia que eso significaría? No, la verdad no sería ninguna tragedia, pero si el gordo de arriba dice que lo es, aquí abajo es palabra de Dios, te alabamos señor.
Entonces la gente de las empresas no tiene tiempo porque
tienen que estar como esclavos cotizándole todo al gordo capitalista y a sus
secuaces o a sus proveedores, o a sus clientes, o a alguien que tiene algo que
ver con alguien que a su vez tiene algo que ver con el panzón acaudalado.
Mis alumnos que vienen de empresas dicen entonces “teacher,
yo si quisiera aprender, pero un gordo quiere una casa y yo necesito dársela”. “No
tengo tiempo de nada, ni de morirme ni de vivir, sólo de entrar al SAP y seguir
los pasos de todos los días”.
Teacher, pero no sea
exagerado…
No todos trabajan. A lo que yo diré: totalmente cierto. Y los que no trabajan, estudian, porque ser nini en este mundo moderno, eso sí que no. Entonces los estudiantes del mundo moderno no tienen tiempo porque están escribiendo el refrito del refrito del refrito que llevará por nombre tesis doctoral o de maestría o de licenciatura o de parvulitos cuatro.
Ah… pero eso sí… tiene que quedar muy bien porque como nadie lo leerá nunca más, pues no nos podemos permitir que esté en el olvido y aparte esté mal redactado y, entonces, el inglés y otras cosas se postergan, se eliminan, pasan a mejor vida.
Bueno, pero hay gente
que ni trabaja ni estudia…
¡Los knee-knees! ¡Es verdad! Pero ellos tienen Instagram y Facebook y Snapchat y Twitter y sería un pecado no publicar nada en más de 30 minutos porque “imagínate lo que van a pensar mis followers”.
Y así vivimos, sin priorizar…
Pero no priorizamos porque no hay tiempo de hacerlo, “¿pues qué no ve que tengo 12 publicaciones por comentar?” “Y si no publico, mi audiencia teacher estará sumamente decepcionada” (de lo que has aparentado).
Entre la vida del gordo y tu propia vida…
Escoges la del gordo. “No tengo vida”, un sentido figurado que se vuelve real, una barriga a la que hay que cuidar como si fuera nuestra y de a poco no tendremos su dinero, pero sí se nos va formando ese abultamiento que es señal inequívoca que nuestros tiempos no han sido los que más han importado. Dejamos de comer o comemos de más, no dormimos nuestras horas, no hacemos ejercicio y todo esto nos afecta.
Bueno, pero este es un
blog del idioma inglés y su aprendizaje, ¿no?
¿Y qué crees? ¿Que el aprendizaje del idioma inglés no se ve influido por estos factores?
Escucha a los de la derecha y escucha a los de la izquierda y verás que si no practican, siempre es por lo mismo:
1.- “Mi trabajo no me da tiempo”
2.- “Mis estudios no me dan tiempo”.
3.- Bla bla bla
4.- “Mis redes sociales… ahorita lo hago” (obviamente esta es causa real; no causa dicha).
4.- “Mis redes sociales… ahorita lo hago” (obviamente esta es causa real; no causa dicha).
La vida de un gordo
vale más que mil palabras
Mil palabras que nos podríamos aprender cada mes, si tuviéramos
tiempo, pero también si tuviéramos ganas, si tuviéramos un orden y un método, y
sobre todo, si dejáramos el mundo de las apariencias para otro día, otro semestre y otro año.
Pero la vida del gordo lo inunda todo...
Y mis alumnos se quejan de que están "tan atareados", sin saber que lo estarán diez veces más cuando empiecen a trabajar. Y los trabajadores se quejan sin saber que también lo estarán diez veces más la próxima quincena.
Así se va pasando el tiempo...
Y los seres humanos modernos no aman, no comen bien, no expresan lo que tienen que expresar ni aprenden inglés. Pero seamos honestos, el hecho de que no aprendan inglés es lo menos importante, aunque si lo otro nos importa un garbanzo es probable que la lengua inglesa y su carácter esquivo nos dé exactamente lo mismo.
¿Se dan cuenta del problema?
Nos da lo mismo, pero nos acongoja. Nos estresa. Nos preocupa. Nos quita el sueño. ¡Todo lo que nos quita el sueño que no debería de hacerlo! "¿Pero esto qué tiene que ver con un blog del aprendizaje del inglés?", se preguntarán casi todos y yo me limitaré a contestar:
¿Y qué crees? ¿Que el aprendizaje del idioma inglés no se ve influido por estos factores?
Además de:
1.- No comer.
2.- No rezar.
3.- No amar.
O, dicho en otros términos, "ser los robots en los que nos hemos convertido" (aunque los robots, se rumora, sí aprenden inglés).
Manos a la obra
No, no, no, ¿cuál manos a la obra? Aquí no hay tiempo de nada, ni de pensar. Muévete, muévete, muévete. Finge que corres, que vas de prisa, que nada puede esperar, que todo es urgente. Deja de aprender inglés, por favor. Hay cosas más importantes... como la vida del gordo que se mudará un día a las Bahamas; como la vida de la gorda que lo acompaña.
Pero la vida del gordo lo inunda todo...
Y mis alumnos se quejan de que están "tan atareados", sin saber que lo estarán diez veces más cuando empiecen a trabajar. Y los trabajadores se quejan sin saber que también lo estarán diez veces más la próxima quincena.
Así se va pasando el tiempo...
Y los seres humanos modernos no aman, no comen bien, no expresan lo que tienen que expresar ni aprenden inglés. Pero seamos honestos, el hecho de que no aprendan inglés es lo menos importante, aunque si lo otro nos importa un garbanzo es probable que la lengua inglesa y su carácter esquivo nos dé exactamente lo mismo.
¿Se dan cuenta del problema?
Nos da lo mismo, pero nos acongoja. Nos estresa. Nos preocupa. Nos quita el sueño. ¡Todo lo que nos quita el sueño que no debería de hacerlo! "¿Pero esto qué tiene que ver con un blog del aprendizaje del inglés?", se preguntarán casi todos y yo me limitaré a contestar:
¿Y qué crees? ¿Que el aprendizaje del idioma inglés no se ve influido por estos factores?
Además de:
1.- No comer.
2.- No rezar.
3.- No amar.
O, dicho en otros términos, "ser los robots en los que nos hemos convertido" (aunque los robots, se rumora, sí aprenden inglés).
Manos a la obra
No, no, no, ¿cuál manos a la obra? Aquí no hay tiempo de nada, ni de pensar. Muévete, muévete, muévete. Finge que corres, que vas de prisa, que nada puede esperar, que todo es urgente. Deja de aprender inglés, por favor. Hay cosas más importantes... como la vida del gordo que se mudará un día a las Bahamas; como la vida de la gorda que lo acompaña.
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