Juan Carlos García Valdés
Esta vez me permití entrevistar a la persona que más me ha
enseñado en lo que a lengua inglesa se refiere. Y quiero aclarar algo: cuando
la conocí, yo ya tenía casi 18 años hablando inglés. ¿Qué me podía enseñar
alguien después de tanto tiempo de estar yendo a clases, de usar el idioma con
nativos, de tener certificaciones, de ver muchísimos programas y de escribir
una infinidad de textos? Siendo como es ella, la respuesta es TODO. Dudo mucho
que la pasión que ahora tengo por el idioma la hubiera tenido si ella no se
hubiera interpuesto en mi camino y es
por eso que me siento orgulloso y privilegiado de compartir con ustedes esta
conversación con Lisdey Espinoza.
PARTE I
Mario Bros: ¿Y si ya
acabamos? Mejor vete por el diccionario
Hubo un día en el cual la persona que ahora habla inglés,
holandés, catalán y está aprendiendo alemán no sabía si ya había acabado el
juego de Mario Bros o no. Esta anécdota es maravillosa. He aquí algunos
fragmentos:
Lis: Mi primer
videojuego fue Mario Bros. Solía jugar con mi hermano y recuerdo que me sentía
muy frustrada porque al final de cada nivel siempre había algo en inglés y yo
no tenía ni idea de lo que decía. Luego pensé: si quiero entender, necesito
aprender. Empecé a copiar las palabras y mi papá tenía un diccionario muy
viejo. Simplemente empecé a traducir y luego le decía a mi hermano lo que el
personaje estaba diciendo. Cada nivel el texto era diferente y yo lo volvía a
traducir.
Juan Carlos: ¿Alguien
te sugirió esa idea, la idea de traducir?
Lis: No. Sabía que era
inglés porque mi papá me dijo. En aquel entonces, mi hermano y yo no hablábamos
absolutamente nada de inglés. Mi hermano y yo nos preguntábamos cómo íbamos a
saber si no habíamos acabado ya el juego. Había algo ahí. Tal vez teníamos que
hacer algo.
Juan Carlos: ¿Qué edad tenías?
Lis: Seis o siete años.
Juan Carlos: ¿Y ya estabas traduciendo?
(Risas).
Lis: Sí.
Ahora Lis tiene un nivel extraordinario. Cuando le pregunté
si su hermano tiene el mismo nivel que ella, la respuesta fue negativa. Lis
agregó que el nivel de su hermano debe ser intermedio-avanzado.
Juan Carlos: ¿Cuál
crees que fue la diferencia?
Lis: Él
dejó de practicar.
PARTE II
¿Qué hizo Lis que la
mayoría no está haciendo? Primera respuesta: escribir en inglés, escribir como
no tienen una idea
Enviarle un correo de tres líneas a Lis es arriesgarse a
recibir como respuesta doce tomos más el epílogo. Lo maravilloso del asunto es
que los doce tomos estarán perfectamente escritos y el epílogo será
probablemente inmejorable.
Conocí a Lis en un curso de inglés avanzado que ella
impartió. Yo era estudiante en aquel entonces y desde las primeras cuatro
palabras que dijo me quedó claro que entre su nivel de inglés y mi nivel de
inglés no había un mundo de diferencia, sino tres universos.
Lo que descubrí después fue que prácticamente el 80 o 90 por
ciento de su vida la llevaba a cabo en inglés, incluso cuando radicaba en
México (ahora vive en Escocia, donde está haciendo su doctorado en política y
relaciones internacionales). Lis siempre se dirigía a nosotros en inglés. Ya
fuera en los pasillos o en un correo electrónico, el idioma utilizado era
siempre el mismo.
Además, mucho antes de escribir su tesis en inglés y
artículos simplemente magníficos, también en lengua inglesa (vean por ejemplo
su artículo titulado Will migration
finally push Europe to the right? en http://www.ia-forum.org/Content/ViewInternalDocument.cfm?ContentID=8535 o Brexit: Could a messy divorce damage NATO? en https://www.geopoliticalmonitor.com/brexit-could-a-messy-divorce-damage-nato/, ambos co-escritos con Markus
Heinrich), Lis le escribía a sus amigos en el idioma que estaba aprendiendo.
Esto lo confirma en la entrevista, cuando dice: “Yo les
hablaba a mis amigos en inglés, sólo para divertirme. Recuerdo que les mandaba
mensajes en inglés y esa es una manera en la que puedes practicar el idioma.
Tienes que crear esos pequeños espacios para practicar porque esos momentos van
a ser mucho más útiles que las clases”.
Lis nos explica por qué (y yo coincido totalmente): En esos
momentos “utilizas el idioma de manera práctica. Cuando le escribía a un amigo,
era una conversación cotidiana sobre si íbamos por un café o algo similar y eso
es algo que muy probablemente después vayas a utilizar”.
Yo creo que todos podríamos chatear y enviar correos en
inglés, como Lis sugiere, desde este mismo instante. Ahí nos daremos cuenta de
lo mucho que ya sabemos y también de lo mucho que nos hace falta.
¿Qué hizo Lis que la
mayoría no está haciendo? Segunda respuesta: no le prestó demasiada atención a
los demás cuando hablaba en inglés
A menudo les he recomendado a mis amigos, estudiantes y siete
lectores que hablen y hablen en inglés. Váyanse a un café y practiquen. La
ventaja principal es que podrán chismear
a gusto porque, afortunada y desafortunadamente, la mayoría de las personas no
entenderán lo que están diciendo. Sin embargo, frecuentemente la respuesta que
recibo es “me da pena”.
En la entrevista con Lis hablamos acerca de este tema y ella
nos proporciona el antídoto, uno que ella utilizó día tras día: “No tienes que
tener miedo. En cualquier caso, las probabilidades de que entiendan lo que
estás diciendo serán escasas y si ellos me ven raro, eso no me detiene”.
Aunado a lo anterior, la gente está tan metida en lo suyo (revisando los memes del día, compartiendo snaps o cazando Pokemones) que tal vez ni siquiera noten que estuviste hablando en inglés.
Aunado a lo anterior, la gente está tan metida en lo suyo (revisando los memes del día, compartiendo snaps o cazando Pokemones) que tal vez ni siquiera noten que estuviste hablando en inglés.
¿Qué hizo Lis que la
mayoría no? Tercera respuesta: coleccionó y pegó posters en sus paredes
Lis nos cuenta que desde que tenía diez años coleccionó
posters de Inglaterra. Ella solía decirse a sí misma: “Algún día iré”. Eso le
hizo darse cuenta de algo muy importante: si iba a Inglaterra, le hablarían en
inglés, lo que la impulsó a aprender más y más. Los posters y la música la
alentaban a ella, pero para otras personas los alicientes pueden ser distintos.
Lis agrega: “Necesitas encontrar tu motivación. Puede ser cualquier cosa. Tenía
una estudiante cuya motivación era encontrar un novio extranjero”.
¿Qué hizo Lis que la
mayoría no? Cuarta respuesta: leer, leer y leer
Lis lee más que cualquier otra persona que yo conozca y se
nota en su vocabulario. Sobra decir que casi todo lo lee en inglés. Para ella,
leer es una pasión y eso facilita las cosas. No obstante, nuestra entrevistada
acepta que la lectura no implica necesariamente el mismo placer para todos.
“Hay que reconocer que a mucha gente no le gusta leer. Por lo tanto, si les
pido que lean La guerra y la paz, lo
más probable es que no lo vayan a hacer. Por eso es importante encontrar algo
que te guste e incluso si lees un párrafo en internet cada día, eso puede
ayudarte mucho. Puedes leer sobre cualquier tema. Mucha gente piensa que la
lectura se trata siempre de cosas que son complicadas de entender. Piensan que
si van a leer, deben leer a Shakespeare, cuando la verdad es que podrían leer
una columna o un artículo acerca de chismes en el periódico. Aprenderás algo
nuevo. Puedes leer lo que tú quieras”.
Un párrafo al día como an
apple a day…
¿Qué hizo Lis que la
mayoría no? Quinta respuesta: no veía el inglés como una materia
Esto se repite una y otra vez entre los aprendices más
exitosos. El inglés no es sólo una clase más a la que hay que ir, un curso más
que deben tomar. El inglés es una forma de comunicarse y, en muchos casos, una
forma de ser. Tienen dos o cuatro horas de inglés a la semana en el salón, pero
practican cuatro o cinco horas diarias. Por cierto, lo hacen sin que se vuelva
algo pesado o tedioso: escuchan música, chatean, leen revistas, juegan
videojuegos, se la pasan bien.
¿Qué hizo Lis que la
mayoría no? Sexta respuesta: no le prestó tanta atención a tener una
pronunciación perfecta (¡y miren que su pronunciación es perfecta!)
Todos tenemos al familiar, al amigo o al compañero que no
habla porque dice que su pronunciación es muy mala. Lo que Lis dice al respecto
es muy cierto: “Si alguien entiende lo que estás tratando de decir, eso es más
que suficiente. Tu pronunciación no tiene que ser exactamente igual que la de
un nativo del inglés”. Se trata, en otras palabras, de priorizar el aspecto
comunicativo de la lengua y de olvidarnos de ese perfeccionismo malentendido
que nos lleva a rechazar lo bueno porque “no es 100% bueno”.
Aclaración que se
repite
Lis vive ahora en Escocia y su vida es en inglés todo el
tiempo. Pero eso no fue así siempre. Cuando vivía en México, hubiera sido muy
fácil para ella hablar sólo en español. Ella logró dicho nivel no porque se
haya ido a vivir al extranjero. Más bien, se fue a vivir al extranjero porque
su nivel de inglés era (y es) excelente.
Lo mismo pasa con otras personas. Las oportunidades se les
presentan porque dominan el idioma. Decir, por el contrario, “aprenderé inglés
cuando me vaya al extranjero” es irracional e irresponsable. Se puede aprender
el idioma aquí. Es totalmente viable.
Manos a la obra
Si Lis me dijera que se aprende un idioma por el simple hecho de comer
pizza a las cuatro de la mañana en los días lluviosos, yo le haría caso y
pondría la alarma. El nivel de inglés que Lis ha logrado es excepcional y la
lección que podemos tomar de su caso es que nunca debemos conformarnos. Si ya
sabemos inglés, siempre podemos aprender más y si ya aprendimos mucho, siempre
hay nuevos idiomas que podemos explorar. La historia de Lis nos demuestra que
una dificultad (no entender el videojuego) puede convertirse en una fortaleza y
en una virtud.
Esta primera
serie de entrevistas (cuatro en total) concluye el día de hoy. Les prometo
buscar a gente talentosa y muy inteligente, como la entrevistada para esta
entrada, para dar inicio a la segunda serie. ¡Gracias lectores! ¡GRACIAS LIS!
Puedes compartir cualquier
duda, pregunta, comentario o sugerencia escribiendo al correo electrónico juan.garciavaldes@cadlenguas.com
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