jueves, 22 de junio de 2017

Regaño a mí mismo: Ponte a practicar

Juan Carlos García Valdés

El último mes he estado muy ocupado y mi alemán lo ha resentido. Soy un hombre de palabras, pero me gusta todavía más ser un hombre de cifras. Por ello, quise cuantificar qué tanto he abandonado mi alemán y los resultados me sorprendieron y me aterraron. Si a mí, que supuestamente soy una persona disciplinada y constante, me pasa esto, no me imagino lo que les puede pasar a la mayoría que no más ni fu ni fa.


Metodología

El diseño metodológico de la investigación presente que permitió la operacionalización de las variables… ¡ay ya chole, yo no sé cómo hay gente que escribe así! Al grano: Agarré mi celular, me metí a YouTube, me fui al historial y conté cuántos videos había visto en español, cuántos en inglés y cuántos en alemán. Mi conteo lo fui haciendo en una hojita, así de simple. Me centré en los últimos 200 videos vistos.


Cifras

El análisis picudo arrojó los siguientes datos:

De los últimos 200 videos que vi:
122 fueron en la lengua de Kalimba,
71 en la lengua de las Kardashian y
7 en la lengua del joven que tiene una carnicería en Freiburg (Friburgo de Brisgovia para los cuates; suponiendo, claro está, que el susodicho es Deutsch y no turco, ecuatoriano o de Vanuatú).


Reflexión inicial

No bueno… me quiero morir. Morir de la pena, de la vergüenza y del hastío. ¿Qué me llevó a ver, por ejemplo, videos como “Chelís critica al Papá del Chucky”, “Así corrió Adela Micha a la Mars” y “Sergio Zurita explota contra Martha Debayle”. Literal, trágame tierra, pero hasta el fondo y cuatro veces.

¿De verdad no le pude dar mejor uso a esos 25 minutos de mi vida? O sea, es que sí estoy pa´l perro. ¡Ya nada más me faltó ver un episodio completo de la Rosa de Guadalupe!


Breve comentario a favor de la libertad de expresión en este blog

Aquí no nos andamos con cortinas de humo. Ni modo de mentirles y decirles que me la pasé viendo puros videos sobre la teología de la liberación o sobre Habermas y la acción comunicativa. No, aquí lo que fue. Punto.


Porcentajes

Si traducimos las cifras anteriores a porcentajes, la tragedia queda de la siguiente manera: Spanish 61% de los votos computados, English el 35.5% y German el 3.5%... ¿y así quiero avanzar?


En mi defensa

No voy a poner ninguna justificación. Sólo quiero mencionar que así como a Delfina le robaron algunos votos, es probable que a mí me hayan robado algunas visualizaciones. Me refiero a lo siguiente:

Normalmente los videos de alemán los veo 4 veces seguidas. Sin embargo, el historial de YouTube, en lo posterior, “el sistema”, sólo los cuenta una vez. Así las cosas y suponiendo que cada video de alemán lo vi, efectivamente, 4 veces, entonces podríamos decir que 7 * 4 = 26, más dos para no hacer el ridículo = 28, con lo que es probable que el número de videos en alemán en lugar de 7 sea 28.

Aunado a lo anterior (¿y restado a lo posterior?), debo decir que no todos los videos los veo en mi compu o en el celular, que son los que están vinculados a mi cuenta de Gúgul. A veces veo videos en mi iPad, pero pues esos no se contabilizan, porque el historial no los registra, ya que mi Apple-tablet no está ligada a mi cuenta.

Sea como sea, los 200 videos son representativos de la realidad y como diría Pedro Guerra, “en el circo de la realidad, sólo hay reflejos de la realidad, se desinforma de la realidad, todo se compra en realidad, hay un verso de la realidad que no es verso ni es la realidad, un guiñapo de la realidad, ape-nas”.


Segunda defensa

Vi vídios de José Mujica y si no los han visto, los tienen que ver. ¡Un personajazo lleno de sabiduría! (y el gran Pepe habla en español, ¿qué le vamos a hacer?)


Regaño

Como diría Martinolli, Juan Carlos: “¿De qué te vas a disfrazar?”.

¡No puede ser posible que si tienes la intención de mejorar tu alemán, te la pases viendo los videos de La Mars! ¿O me vas a decir que no tienes tiempo? Calcúlale simplemente. De a 5 minutos en promedio cada video, por 200 videos, el resultado señala que has dedicado 1,000 minutos, o lo que es lo mismo, 16 horas en los últimos diez días a ver contenido de YouTube.

Entonces, no me salgas con que no tienes tiempo, de verdad. Nada de esas babosadas. Tiempo tienes y de sobra. Échale: 16 horas de YouTube, mínimo dos horas cada tercer o cuarto día para ver partidos moleros, el chat re-interesante con Susanita tiene un ratón sobre los memes de Juan Gabriel, la telenovela de CR7 y el desenlace de la confrontación mazo-morenista. Y así nos podemos seguir.

Ah… pero eso sí… para ver cinco o diez videos en alemán, no, no puedo. Para contestarle a tu amiga Denise y a tu amiga Julia, que te escriben en alemán, no, no me alcanza el tiempo. Para ver la Deutsche Welle, no, prefiero Galavisión y ahí me avisan cuando salga Jaime Mausán.

¿Qué te pasa Juan Carlos? ¡Despierta! ¡Ponte a pensar! Hace un mes sí andabas muy chucha-cuerera, diciéndole a all the world que estabas practique y practique y practique y ahora… resulta que ya no se pudo, que chún, chún y que ya bailó Bertha las calmadas.

Si quieres progresar en el idioma de Goethe y de las palabras cortas como Krankenversicherungskarte y Schwangerschaftsabbruch, te tienes que poner las pilas y dejarte de tanto pretexto válido sólo para los mediocres. Tú no eres un mediocre, pero siempre cabe la posibilidad de convertirse en uno, así es que o cortas de tajo a la Micha o tu alemán se va a quedar medio chafa (no sé por qué empecé a pensar en la letra de la Chilanga Banda; noooo… mi alemán va a quedar “más chueco que la fayuca”, noooo).


Y ustedes mucha risa, ¿verdad?... Nomás mírense en el espejo… a ver si se siguen riendo

Sí, porque hacerle bullying al JC está chévere, pero “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar” (o sea, las barbas, a eso se refiere el dicho).

Yo te propongo lo siguiente: revisa tu historial en YouTube o mide el tiempo que pasas en Facebook viendo fotos de perritos y participando en jueguitos tontos o revisando publicaciones sin sentido de blogueros, acompañadas de fotos que dan pena; dime cuántas horas te pasas en Instagram o en Snap; tú vele contando y verás que tiempo tienes de aquí al infinito y para irte en día de marchas.

Ahora bien, estará el otro grupo que me dirá, “no, es que yo trabajo”, “no, es que yo estudio cuatro maestrías al mismo tiempo”, “no, es que yo soy bloguero”. Ah, pues muy bien: déjame decirte que lo mismo aplica para ti. Tienes tiempo cuando sales del trabajo, tienes tiempo temprano en la mañana, tienes tiempo los fines de semana, tienes tiempo para emborracharte, tienes tiempo para el pachangón, para checar redes antisociales, para todo, para todo menos para el English.

¡No seas mentiroso! ¡Qué se me hace que tú también estás viendo los videos de La Mars y de Martha Debayle! O a lo mejor, viniste con defecto de fábrica y a ti sólo te dieron 22 horas o 18 o 14 o nada.


Manos a la obra

Recuerda que sólo nos mentimos a nosotros mismos. Analiza tu situación personal y descubre qué videos, qué redes, qué amigos y qué tareas llenas de estulticia puedes suprimir.

“Una vida que no se cuestiona/sin reflexión, no merece ser vivida” (un tal Sócrates) y lo que sí nos merecemos, si queremos ser un país más productivo, es un excelente nivel de inglés.
 
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