Juan Carlos García Valdés
Para todo en la vida hay señales y síntomas. A veces, es
posible engañarnos durante un tiempo y decir que las cosas van bien, pero tarde
o temprano la realidad se asoma y nos deja ver dónde estamos parados. Lo mismo
sucede con el inglés. Frecuentemente podemos aparentar que estamos avanzando,
pero siempre llegará el momento en el que nos demos cuenta de que, más bien,
llevamos ya un tiempo estancados. ¿Cuáles son estas señales y estos síntomas de
que estamos varados y qué podemos hacer para que esto cambie?
Señal 1: Tienes el
mismo nivel que hace dos o tres años (o, a veces, incluso, un nivel peor)
Si prácticamente no has aprendido palabras, frases o
estructuras nuevas en los últimos meses o años, esta es una clara señal de que
no ha habido avance. Cometer errores no es malo, pero lo que sí debería llamar
nuestra atención es seguir cometiendo los mismos errores de siempre. Errores
como decir la edad con have (*I have 20 years old en vez de I am 20 years old) o expresar todo en
presente porque no nos hemos aprendido los verbos irregulares deberían de ser
suficientes para hacer una pausa y darnos cuenta de que debemos cambiar.
Todavía peor es el caso de las personas que le siguen
colocando la terminación –tion a todo
en lugar de aprenderse las palabras adecuadas. Simplemente preguntémonos si hoy
nos sentimos más cómodos para expresarnos que hace dos o tres años. Si la
respuesta es no o está llena de dudas, es momento de cambiar.
Para ello, hay que formular un plan de acción que se centre
en el día a día. No se trata de hacer una transformación repentina, sino de ir
creando un hábito. Empieza con ver cinco o diez minutos al día de videos en
inglés. Todos tenemos cinco o diez minutos. Por supuesto que esto no será
suficiente, pero es un primer paso. Cada tres o cuatro días puedes ir agregando
otros cinco minutos hasta que pronto llegues a la media hora o a la hora de
práctica. ¡Y no te olvides de usar tu método predilecto para que las palabras
que vas escuchando se te vayan quedando!
Señal 2: Aún te da
miedo hablar
Nos hemos vuelto expertos en la gramática y estamos a punto
de conseguir nuestra maestría con honores en verbo to be. No obstante, tan pronto como se trata de hablar nos
bloqueamos y no podemos decir prácticamente nada.
Si bien con otras lenguas nos podemos dar el lujo de decidir para qué las vamos a utilizar (hay gente que aprende un idioma sólo para leer o sólo para ver películas), la situación con el inglés es radicalmente opuesta: quien no lo habla es como si no lo supiera, por más que se sepa de memoria todas las minucias de la gramática misma.
Por consiguiente, ir por buen camino implica que cada día tengamos
más recursos lingüísticos y comunicativos: las palabras llegan más fácilmente a
nuestra mente, nuestra pronunciación es cada día mucho más clara y los errores gramaticales
que llegamos a cometer no impiden que los demás nos entiendan. En otras
palabras, cada día tenemos más confianza en nuestro propio nivel y esto tiene
como resultado que sintamos menos miedo.
Hablar inglés implica poder expresarse en dicha lengua en una infinidad de contextos y situaciones.
Por supuesto que habrá algunas en las que nos sintamos más cómodos y otras en
las que no tanto, pero siempre podremos darnos a entender. El caso opuesto es
el de la persona que se deja vencer por los temores (“no sé qué decir”, “me
ganan los nervios”, “no encuentro las palabras adecuadas”, “mi pronunciación no
es buena”).
Si estos temores todavía son parte de tu experiencia, es
importante que cambies tu perspectiva. No se trata únicamente de decir que vas
a dejar de tener miedo. El miedo es un síntoma de tus inseguridades y tus
inseguridades son a la vez síntomas de la poca práctica. Así es que hay que
practicar a cada momento y no desaprovechar ninguna oportunidad. Lo peor que te puede pasar es que cometas
muchos errores y que eso te lleve a aprender mucho.
Señal 3: Estás
coqueteando con otros idiomas sin consolidar primero tu nivel de lengua inglesa
Todos tenemos al amigo o a la amiga que se sabe palabras en
siete idiomas, pero que realmente no puede hablar ninguno. A menudo, nos pasa
algo similar cuando el tiempo que podríamos estarle dedicando al inglés se lo
empezamos a dedicar a otras lenguas. Nos aprendemos los número en francés, cómo
decir gracias y adiós en alemán, y nos aventuramos con algunos vocablos del
japonés, mandarín o coreano.
Por supuesto que conocer estos idiomas es conveniente, pero
en el 99.9 por ciento de los casos el inglés es la prioridad debido a que es la
lengua más hablada y utilizada en el mundo de los negocios y en el ámbito
profesional. ¿Entonces por qué pelear en dos frentes al mismo tiempo? A veces
lo hacemos para distraernos y otras más, aunque lo neguemos, para presumir lo
internacionales o cosmopolitas que somos o que podemos llegar a ser. Pero
seamos sinceros, la experiencia satisfactoria en los idiomas radica en la
posibilidad de comunicar y ser entendidos y poco lograremos si seguimos
divagando entre distintas lenguas.
Así es que si estás coqueteando con otro idioma sin tener ya
un excelente nivel de inglés, pregúntate por qué lo haces y pronto te darás
cuenta de que seguramente es un síntoma de tu mismo miedo a hablar y a avanzar.
Elimina el miedo al éxito y conviértete en un hablante de primer nivel.
Señal 4: Estás rodeado
de gente que habla el inglés igual o peor que tú
La frase de Jim Rohn que dice que “tú eres el promedio de las
cinco personas con las que pasas más tiempo” es cierta también para el inglés.
Si la mayoría de tus amigos sólo saben decir tres frases y desconocen mucho
vocabulario, existe una amplia probabilidad de que tú estés en la misma
situación.
Lo mejor es rodearse de talento y, en este caso, lo que eso
significa es que entre más en contacto estés con gente que tenga un muy buen nivel,
mucho más fácil será para ti aprender nuevas frases y técnicas, y corregir los
errores que te han acompañado durante mucho tiempo.
Así es que no hay por qué esperar más. Conviértete en amigo o
amiga de excelentes hablantes, incorpora a algunos nativos del idioma como
conversadores regulares y verás que las diferencias se vuelven notorias.
Señal 5: Estás frente a
un nativo del inglés y no entiendes nada o casi nada
¿Llevas años tratando de aprender inglés y todavía te pasa
que al estar frente a un nativo tu entendimiento es nulo o casi nulo? Esta es,
sin duda, una señal de que tienes que modificar tu proceso de aprendizaje.
Todas las habilidades son importantes, pero listening
tiene una trascendencia tal que a veces no termina por reconocerse. Esto se
debe a lo siguiente: imaginemos que estás en una reunión de trabajo o que eres
un turista que se ha perdido en medio de Washington D.C. o de Londres. ¿Cómo
vas a poder comunicarte si no entiendes nada o casi nada? Incluso en el
supuesto caso de que puedas decir mucho, tu interacción estará severamente
limitada ya que no podrás responder adecuadamente o contraargumentar. Si este
es tu caso, olvídate de las clases gramaticales cuanto antes y busca conversar
y conversar. Aunado a lo anterior, ve infinidad de videos, películas y
conferencias hasta que tu comprensión mejore de manera significativa.
Manos a la obra: ¿Cómo
cambiar esta situación y mejorar realmente nuestro nivel?
No esperes hasta el día en el que te van a entrevistar en
inglés para hacer cambios en tu vida y en tu aprendizaje. No digas que no
tienes tiempo. Hay gente mucho más ocupada que tú y que aun así avanza en un
idioma y luego en otro. Recuerda que si dices no tener tiempo, lo que realmente
no tienes son prioridades bien definidas.
Si dos o más de las señales mencionadas son ciertas en tu
caso, lo que te recomiendo es que cambies. La clave está en la práctica, lo
cual eliminará paulatinamente tus miedos. Mi recomendación es que crees un plan
de trabajo realista pero al mismo tiempo ambicioso. Para algunos, esto puede
ser una contradicción, pero yo creo que no es así: debe ser realista para que
puedas lograr las metas que te propones (aprender un cierto número de palabras
al día o a la semana, ver un determinado número de videos o leer cierto número
de libros), pero ambicioso en el sentido de que no debes posponer el uso del idioma.
Sea cual sea tu estrategia favorita, es preciso que comiences ahora mismo para
que lo único que veas son señales de que tu relación con la lengua más extendida
del mundo va por buen camino.
Puedes compartir cualquier duda, pregunta, comentario o sugerencia
escribiendo al correo electrónico juan.garciavaldes@cadlenguas.com
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