Juan Carlos García Valdés
Lo he escuchado infinidad de veces. Lo he escuchado de mis
alumnos y lo he escuchado de mis amigos. “El día que me vaya a Estados Unidos”
o “el día que me vaya a Inglaterra, ese día finalmente hablaré inglés”. Mi
experiencia, no obstante, me dice que esto no siempre es lo que sucede. Veamos
por qué.
Coloquemos como ejemplo a Marco. Marco es por supuesto un
nombre ficticio, pero nos ayudará a entender mejor este caso.
Marco no ha aprendido prácticamente nada de inglés en sus
dieciocho años de vida. Llevaba la materia de inglés, pero la mayoría de sus
maestros dejaban mucho que desear y el día que lo intentó por su cuenta con unos
CDs que le regalaron, se dio por vencido a la semana.
Un buen día, sin embargo, Marco decide que tiene que aprender
y les plantea a sus papás la posibilidad de irse a Estados Unidos seis meses a
tomar un curso. “Les prometo que allá lo voy a hablar diario y les juro que voy
a aprender”. Sus papás dudan al principio, pero después acceden.
Marco llega a Nueva York con todas las pilas puestas y se
presenta a la escuela de idiomas en su primer día de clases. Para su sorpresa,
las clases allá no son muy diferentes. El maestro, un norteamericano de unos
treinta y cinco años, luce un poco desanimado y les da unos ejercicios del
verbo to be.
Realidad #1: Las clases
en Estados Unidos, Canadá o Inglaterra no van a ser necesariamente mejores que
las mejores clases que puedes tener donde vives.
“No importa”, piensa Marco. En la hora del receso podré
hablar en inglés con muchas personas. Llega este momento y Marco ve a un par de
japonesas. Sin embargo, ellas están hablando en japonés. “Lo intentaré con los
franceses”. Oui, merci, je ne sais pas. “Ni
hablar; pero bueno, no todo está perdido. Puedo ir con los latinos y podemos
hablar en inglés”.
Marco lo intenta y ellos se le quedan viendo. “¿Qué no eras
mexicano?”, le preguntan. “Pues sí, pero quería practicar”. “¿Practicar? Hay
mucho tiempo para eso. ¿Entonces qué? ¿A dónde vamos a ir por la tarde?”
Realidad #2: En los
cursos de idioma en países de habla inglesa es común que los latinos se junten
con los latinos, los franceses con los franceses y los japoneses con los
japoneses. No es que la interacción con personas de otras partes del mundo no
se dé, pero afrontémoslo: los seres humanos a menudo optamos por la opción más
sencilla y esa opción, en este caso, es convivir con la gente que ya nos
entiende.
Desafortunadamente, esto se repite todos los días y Marco lo
único que hace es ir a sus clases, en las que principalmente sigue viendo
gramática. Cuando ocasionalmente intenta hablar inglés con algún nativo, se da
cuenta de que entiende muy poco y que, por lo tanto, no puede seguir la
conversación.
Realidad #3: Los
nativos del inglés estarán inmersos en sus propias actividades diarias. Por
cruel que suene, su prioridad no es tu aprendizaje e, incluso, si lo fuera, si
te vas con un nivel muy bajo o nulo es prácticamente un hecho que no entenderás
nada.
Después de seis meses, Marco regresa a su país de origen y
ciertamente ha podido experimentar cosas nuevas. No obstante, su inglés sigue
prácticamente sin mejorar.
¿Qué pudo haber hecho Marco
para que la experiencia realmente valiera la pena (desde un punto de vista
lingüístico)?
Solución #1: No te
vayas con un nivel básico; aprende lo más que puedas en tu país y luego
emprende la aventura.
Me la paso diciéndolo todo el tiempo y esta vez no será la
excepción. Si realmente quieres avanzar, lo mejor es irte con, por lo menos, un
nivel intermedio (un nivel B2 del Marco Común Europeo). Esto te permitirá
interactuar con un mayor número de personas y sacarle provecho a cada una de
las situaciones. Para lograrlo, recuerda que necesitarás muchas horas de
práctica y, sobre todo, requerirás la disciplina suficiente para avanzar hacia
las metas que te hayas propuesto.
Solución #2: Desafía el
sentido común e inscríbete a un curso que no sea de lengua
La mayoría de la gente piensa que para aprender un idioma la
mejor opción es irse al país en donde se habla dicho idioma y tomar un curso,
precisamente, de lengua. Pero, ¿qué pasaría si en vez de ello, una vez en
Estados Unidos, Canadá o Inglaterra, te inscribieras a un curso de arte,
jardinería, cocina, negocios o nuevas tecnologías? No tengo la menor duda de
que aprenderías mucho más.
Las razones son muy sencillas. En primer lugar, estarías
rodeado de gente que habla muy bien el inglés (probablemente la mayoría de tus
compañeros serían nativos del idioma que quieres aprender). Si empiezas a
convivir con ellos, posiblemente te presenten a otras personas (que también
hablan muy bien) y esto constituirá una posibilidad adicional de práctica.
En segundo término, si te inscribes a un curso de algo que te
apasione, es muy probable que ya conozcas mucha información al respecto. Esto
te permitirá entender con mayor rapidez los términos que se utilizan en el
idioma meta.
Finalmente, estarás en contacto con un inglés mucho más
natural y no únicamente con estructuras gramaticales o listas de vocabulario,
como a menudo sucede en las clases de lengua.
Solución #3: Deja tu
nacionalidad y tu idioma nativo en el aeropuerto
Irte a Estados Unidos, Canadá o Inglaterra para hablar
español no tiene mucho caso. Comprométete a hablar en inglés, sea cual sea tu
nivel.
Para ello recomiendo comenzar a utilizar la lengua inglesa
desde el momento en que te subes al avión. Habrá gente que te mire de forma
rara, habrá gente que se sienta incómoda y habrá gente que te critique, pero el
único beneficiado serás tú. De regreso a tu país, tendrás mucho tiempo para
hablar español, pero por ahora será mejor centrarte en el idioma que quieres
aprender.
Y no sólo se trata de las palabras. Te apuesto a que si
empiezas a actuar como los nativos lo hacen, tu experiencia será mucho más
satisfactoria. Esto te permitirá entender sus acciones y adoptar el lenguaje
corporal y la actitud que el nuevo idioma exige.
Manos a la obra
Si tu viaje está a la vuelta de la esquina, olvídate de tu lengua materna y practica el inglés siempre que te sea posible.
Si, por el contrario, tu viaje es un proyecto a mediano o largo plazo, no
desaproveches cada momento del día para conseguir ese nivel intermedio que te
permitirá sacar el máximo provecho de tu estancia en algún país de habla
inglesa.
Puedes compartir cualquier duda, pregunta, comentario o
sugerencia escribiendo al correo electrónico juan.garciavaldes@cadlenguas.com
Visita CAD Lenguas en Facebook:
y dale like a nuestra página.
¿Interesado en una clase de inglés en la que realmente puedas aprender y
avanzar? Comunícate conmigo al 722-6113296 (WhatsApp).
No hay comentarios:
Publicar un comentario