jueves, 31 de marzo de 2016

¿Por qué no avanzo?... 4 errores que puedes estar cometiendo al aprender inglés

Juan Carlos García Valdés

¿Llevas años y años tratando de mejorar tu inglés, pero realmente no despegas? ¿Después de mucho tiempo todavía te cuesta trabajo hablar y entender la lengua inglesa? Tal vez estés cometiendo uno de los siguientes 4 errores que muchos llegamos a cometer.
  
Error 1: Usar material que te aburre

Mi regla básica es la siguiente: “si un material o una actividad te aburre, detente”. La regla complementaria dice: “una vez que te detengas, no sientas culpa”.

Probablemente todos tus amigos o maestros te han recomendado un libro, una serie, un programa o un método que a ellos les ha funcionado de maravilla, pero cuando tú empiezas a utilizarlo, sólo bostezas y no logras concentrarte. La clave está en saber que el mejor maestro que puedes tener eres tú mismo. El aprendizaje nunca debería de ser cansado o tedioso y quién mejor para decidir qué te funciona y qué no que tu propia persona.

Olvídate del “qué dirán” y céntrate en el “qué necesito”. Date a la tarea de encontrar materiales y actividades que te motiven y que sean eficientes para ti.

Algunas de las claves para saber si el material que estás usando no es el adecuado son:

a) Te la pasas viendo el reloj cuando estás usando dicho material.
b) No estás al 100% en la actividad y realmente quisieras estar haciendo algo distinto.
c) No te sientes cómodo. Sabes que algo diferente te podría funcionar mejor, pero tienes miedo a escuchar al “propio lingüista que llevas dentro”.

La razón por la que es necesario que seas honesto en este caso es muy sencilla: el tiempo que tenemos no es infinito, así es que si le vas a dedicar una o dos horas al día a mejorar tu inglés, tienen que ser una o dos horas divertidas, productivas y memorables.

La clave para saber si el material que estás usando sí es el adecuado es la siguiente: estás tan interesado o entretenido que pierdes la noción del tiempo. A menudo sigues practicando más allá de lo que te habías propuesto, pero lo haces de manera natural, sin experimentar tedio o hartazgo.

Error 2: Hacer una valoración incorrecta de tu nivel

Si estás estancado, esto tal vez se debe al hecho de que no sólo estás practicando con el tipo de material inadecuado, sino que además el nivel elegido seguramente no es el correcto.

Si tienes un nivel básico y tu práctica se centra en ver la televisión o películas en inglés, es muy probable que entiendas muy poco. En este caso, en una hora de estar frente al televisor, probablemente sólo diez o quince minutos serán entendibles. Lo demás, por cruel que suene, es ruido y el ruido no te ayuda a mejorar en lo absoluto.

Por el contrario, si tu nivel ya es intermedio y lo único que haces es practicar el verbo to be o el vocabulario básico, no hace falta ser un experto en idiomas para saber que difícilmente avanzarás.

Esto es cierto no sólo para la práctica en frente de la televisión, sino también para la lectura, las estructuras gramaticales y el vocabulario que necesitas aprender. La clave aquí está en seguir la regla del i+1 de Stephen Krashen. Con el riesgo de simplificar demasiado, lo que esto significa es lo siguiente: no debemos centrarnos en material que esté por debajo de nuestro nivel porque nos aburriremos; no debemos centrarnos en material que esté muy por encima de nuestro nivel porque entenderemos muy poco y nos frustraremos; debemos de centrarnos en material que esté ligeramente arriba de nuestro nivel actual. Así, siempre seguiremos aprendiendo.

Error 3: Pensar que estás practicando lo que no estás practicando

Hay dos preguntas que cualquier aprendiz del inglés debería saber responder inmediatamente y estas son: 1) ¿en qué habilidades te sientes cómodo y seguro? y 2) ¿en qué habilidades flaqueas? En este momento, nos interesa la respuesta a la segunda pregunta.

Lo que he podido notar con el paso del tiempo es que, al menos en México, las respuestas más recurrentes a esta segunda pregunta son: speaking y listening. Lo difícil de creer es que habiendo identificado las áreas de mejora, los aprendices no adopten las estrategias correctas para cambiar la situación.

En cada caso el proceso es diferente y los que quieran adentrarse en cada uno de los caminos para mejorar pueden leer las entradas que sobre speaking y listening ya he escrito. Sin embargo, a grandes rasgos el panorama es el siguiente:

a) Listening: a menudo los problemas de listening son problemas de otra índole (los más recurrentes: de vocabulario o de pronunciación). La mejor forma de mejorar listening es, por ende, incrementando el número de palabras que conocemos, volviéndonos muy exigentes con nuestra pronunciación y mejorando nuestras habilidades para concentrarnos. Así, cuando escuchemos una palabra, las probabilidades de reconocer dicho vocablo y entender su significado serán mayores. La última de las estrategias que recomiendo para mejorar listening es por medio de canciones. Es verdad que a algunos les puede funcionar y por ello incluí dicha estrategia en la entrada Algunas ideas sobre cómo mejorar mi listening, pero en términos generales considero un gran error tratar de mejorar dicha habilidad solamente por medio de canciones. Habiendo dicho esto, quiero recalcar que no estoy diciendo que escuchar canciones sea algo malo para aprender inglés. Al contrario, es de lo mejor que podemos hacer, pero es conveniente entender que los beneficios se irán normalmente a nuestra motivación, fluidez, vocabulario y pronunciación (lo cual a largo plazo sí podría beneficiar a nuestro listening, pero no de manera inmediata).

b) Speaking: Si tuviéramos veinte o treinta años disponibles para mejorar nuestro inglés, la mejor estrategia sería permitir que la producción oral emergiera por sí sola como resultado de nuestro contacto con el idioma. Sin embargo, partiendo del supuesto de que a menudo tenemos que mejorar en uno o dos años, lo que tenemos que hacer es buscar una gran cantidad de oportunidades para soltarnos. Si sólo hablamos con nuestro maestro y con nuestros compañeros de clase, los avances serán escasos. Tenemos que hablarlo con nuestros amigos, con nuestros familiares, ir a expos de universidades extranjeras, usar Skype, formar grupos de práctica de speaking, etc. Lo que sí es verdad es que contestando ejercicios gramaticales nuestro speaking no mejorará en lo absoluto. Extrañamente, muchas personas que saben que speaking es lo que tienen que mejorar, hacen todo menos hablar. Si eres de las tres o cuatro personas que se pueden dar el lujo de permitirse veinte o treinta años para volverse muy buenos, adelante. El problema radica en que en la mayoría de los casos, el buen inglés es una necesidad a corto plazo. 

Error 4: Pensar que los idiomas “no se te dan”

Aquel que diga que el inglés “no se le da”, debería preguntarse por qué el español “sí se le dio” y una vez que reconozca este hecho, lo que procede es copiar y copiar, claramente adaptando de una manera inteligente.

Copiar y copiar significa en este caso tratar de reproducir al máximo las condiciones que nos llevaron a aprender el español. La adaptación es necesaria porque a diferencia de cuando aprendimos español, ya no somos niños, pero ahora tenemos un cúmulo de experiencias y procesos mentales que podrían ayudarnos a aprender más estratégicamente. Por supuesto que es imposible copiar al 100%, pero podemos acercarnos.

Decir que el inglés “no se nos da” es un eufemismo para decir que “no hemos practicado lo suficiente” o que “hemos estado practicando mal”. La práctica hace al maestro y si existe la motivación o la necesidad, no hay forma en la que podamos impedir el aprendizaje del inglés, siempre y cuando usemos las estrategias correctas. Claro está que no es algo que suceda de la noche a la mañana, pero si avanzamos cada día, seguro lograremos nuestra meta.

Manos a la obra

Pregúntate si has avanzado en tu aprendizaje del idioma inglés y si ya llegaste al nivel que quieres o necesitas. Responde sinceramente y si la respuesta es no, identifica cuál o cuáles de estos 4 errores estás cometiendo. Tal vez los materiales que estés utilizando lejos de motivarte, te desalienten. Tal vez estés practicando con un nivel inadecuado. Tal vez ya sabes qué tienes que mejorar, pero te pones a practicar algo distinto por el miedo o la incertidumbre que implica afrontar aquello que tiene que ser afrontado. O tal vez te has repetido tantas veces que el inglés no se te da que has terminado por  creértelo. Elimina los pretextos y avanza en tu proceso de aprendizaje del inglés, tanto como te sea posible, tanto como lo desees.  

Puedes compartir cualquier duda, pregunta, comentario o sugerencia escribiendo al correo electrónico juan.garciavaldes@cadlenguas.com

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