jueves, 24 de noviembre de 2016

20 agradecimientos muy sinceros y una semblanza de este día tan especial


Juan Carlos García Valdés

Quizás en México hoy sea un día normal, pero en Estados Unidos hoy es El Día. Como cada cuarto jueves de noviembre, los estadounidenses se reúnen para celebrar Thanksgiving, es decir, el Día de Acción de Gracias. ¿De qué se trata esta celebración y qué podemos aprender de ella? A continuación les comparto no sólo un panorama general de esta festividad, sino que me permito hacer unos agradecimientos especiales. 

Al buen paso…

Los orígenes

Todo apunta a que el primer Thanksgiving se llevó a cabo en el año de 1621. Imagínate a los primeros peregrinos que llegaron desde tierras europeas a lo que hoy se conoce como los United. Pues estos Pilgrims no llegaron al calor de California o a las palmeras de Florida, sino a un clima más bien inhóspito (Massachusetts y anexas). Cualquiera que haya ido a Boston o a lugares no tan lejanos como Nueva York o Filadelfia en invierno, puede corroborarlo (y eso que hoy tenemos chamarras sofisticadas, bufandas, gorros y demás). Cuando hace frío por allá, hace frío y, por ende, no siempre fue tan fácil conseguir alimento. De ahí, la razón por la cual estar agradecidos, de decir “Thank you so much!”.

La comida… mmm, ¡qué rico!

El menú para el día de hoy consta, entre otras cosas, de:

*Mashed potatoes
*Turkey…el responsable de que a veces también le llamen Turkey Day: Curiosamente en este día el presidente de los Estados Unidos perdona a un pavito, pero Barack Obama ha decidido perdonar, como cada otro año de su mandato, a dos. Esta vez los afortunados han sido Tot y Tater (la verdad es que Obama me parece un buen tipo, pero como político no es mucho de mi agrado; mi opinión tal vez cambiaría si en lugar de indultar a T y T, perdonara a Edward Snowden… pero eso no va a ocurrir; conformémonos con dos pavos).
*Gravy, sweet potatoes y macarrones, entre otros.
*Y como postre estelar: pumpkin pie.

La esencia, los RAOK y el futbol

Como ya se puede ir adivinando, la esencia de este día tan especial es el agradecimiento y, aquí entre nos, eso es lo que más me gusta de esta fecha: la posibilidad de reflexionar y valorar lo que somos y lo que tenemos (familia, amigos, salud, dinero, felicidad, entre otros aspectos). A veces, la verdad me pregunto a mí mismo: ¿por qué importamos Halloween y no Thanksgiving? En fin, tampoco tiene que ser un dilema. Podríamos festejar los dos.

Los RAOK son los random acts of kindness. No digo que toda la gente en la Unión Americana los haga, pero quienes sí los hacen se dedican a ayudar a los más necesitados, les dan comida a los homeless, pagan la cuenta de otras personas en el supermercado o escriben mensajes alentadores a personas desconocidas.

Aquí les dejo algunos links de los videos referentes a estas buenas acciones:

1) Thanksgiving/Black Friday Worker Gift Act of Kindness:

2) Random acts of kindness! Thanksgiving meal to homeless vet. and talk with drunk homeless person:

En lo que al futbol se refiere, en Thanksgiving siempre hay futbol americano. Para que comprueben que el día que escribo es el mismo día que publico, puedo adelantarles que hoy el primer partido terminó:

ALERTA DE MARCADOR – ALERTA DE MARCADOR

Minnesota Vikings 13 – 16 Leones de Detroit

En unos momentos más, tendremos los partidos entre Washington y Dallas, y más adelante Pittsburgh contra Indianápolis.

(Y también juegan América contra Chivas, pero eso no tiene nada que ver).

Aprovecho para dar las gracias… al inglés

Esta entrada es sobre Thanksgiving, pero no se trata nada más de describir los pormenores del asunto. Por el contrario, es un buen momento para agradecerle al inglés, entre otras cosas:

1.- Por los escritores que nos ha dado: Shakespeare, Milton, Joyce, Albee, Kushner, Bram Stoker, John Green, J.K. Rowling, Naomi Klein, entre 672,485 más (muchos de ellos excelentes).

2.- Los libros (hay tantos; sólo mencionaré algunos de mis favoritos): Hamelt, El Rey Lear, Dublineses, Drácula, Ángeles en América, Tres mujeres altas, The fault in our stars.

3.- La música (Beatles, Rolling Stones, el más reciente Premio Nobel de Literatura, los Back para algunas, algunas más dirán que One-D, Madonna y más y más y más; reitero: este es sólo un agradecimiento general).

4.-. Las películas (y con ellas, los actores y las actrices): The Godfather, Pay it forward, las de Leslie Nielsen que tanto me hicieron reír cuando era niño,…).

5.- Las series y programas: Breaking Bad, Little Britain, Monty Python´s Flying Circus, Fawlty Towers, Two and a half men, que me gustaba mucho, sobre todo con Charlie Sheen, a quien le guardo un enorme respeto por sus acciones para que las acciones del 11 de septiembre de 2001 se esclarezcan; algunos dirán que Friends, otros que Seinfeld; hay para todos los gustos, colores y sabores.

6.- La BBC (y aquí no me refiero a Ronaldo, Benzema y Bale).

7.- Las páginas que ya he incluido en entradas anteriores y que hacen que el inglés sea el idioma más fácil de aprender (y, por mucho, el que cuenta con más recursos y materiales para practicar). Me refiero, sin querer mencionarlas todas, a los videos de EasyEnglish (disponibles en YouTube), www.esl-lab.com, los podcasts del British Council, TED, TalkEnglish.com, UDEMY y el iTunesU en donde lo mismo se pueden tomar clases de Stanford, Yale y muchas otras universidades más en las que el inglés es el idioma principal.

Agradecimientos más personales

8.- Gracias al inglés porque me ha permitido conocer a gente de Alemania, Francia, Italia, Polonia, Estados Unidos, Canadá, Surinam, Camerún, Kosovo, Irak, Egipto, Australia, Japón, Corea, Suiza, Reino Unido, Hungría y Finlandia, entre otros lugares. El inglés es una de las mejores herramientas, si no es que La Mejor, para hacer amigos en todo el mundo y para colaborar en proyectos que, tal vez, de otra forma, serían simplemente proyectos locales.

9.- Gracias al inglés porque me ha permitido viajar. La primera vez que salí de mi país fue gracias a este idioma y la situación se ha repetido varias veces. Si quieren viajar, aprendan inglés. Yo sé lo que les digo… y si quieren aprender inglés, viajen.

10.- Gracias al inglés porque me ha dado la oportunidad de acceder a becas que me han permitido aprender mucho más.

11.- Gracias al inglés porque me permitió participar en un proyecto que me motivó mucho: Hábitat para la Humanidad México, que se llevó a cabo en Puebla, en 2004. Ustedes se preguntaran: “Bueno Juan Carlos, pero si fuiste a Puebla, ¿Qué tuvo que ver el inglés? Ni que fueras a pedir los camotes in English”. Pues mucho, porque en un equipo en donde el 90% de los integrantes era de los United (no del Manchester, sino de los States) y el objetivo era construir una casa en una semana, la comunicación hubiera sido imposible y la consecución de la meta también, sin la lengua de William y de James y de Katy y de Bob y de todos… porque si algo he descubierto es que el inglés no es de un país o de una región, sino de todos los hablantes que lo hacen suyo, yo me incluyo.

12.- Esto va a sonar extraño, pero debo darle las gracias al inglés porque me ha permitido conocer más sobre mi país y sobre mi cultura. ¿Cómo? Leyendo libros en lengua inglesa al respecto, viendo documentales y, todavía más, platicando con extranjeros acerca de lo hermoso que es México. Si esto fuera poco, creo que cada vez que uno viaja y realmente aprovecha la experiencia, uno cambia para siempre. Ya no es el mismo Juan Carlos el que se fue que el que regresó. Uno vuelve con otras ideas y con otra perspectiva y el inglés tiene mucho que ver. Además, el inglés me ha dado una segunda cultura. Mi primera cultura es la mexicana y siempre lo será y siempre estaré orgulloso de ella, pero también es cierto que cada vez que he ido a Estados Unidos o a Canadá, me han hecho sentir totalmente en casa, me han tratado extraordinariamente bien y eso sólo incrementa mi amor por el idioma inglés. A decir verdad, en estos países nunca me he sentido como un extraño o como un intruso; todo lo contrario y eso lo valoro mucho.

13.- Gracias al inglés porque me ha dado muestras de civilidad que ni siquiera me había imaginado. Vean por ejemplo a los canadienses cantando el himno de los Estados Unidos… ¡wow! Cada vez que lo veo se me pone la piel chinita y desde ahora les aseguro que no tendría ningún problema en cantar The Star-Spangled Banner y me daría mucho gusto si mis amigos norteamericanos cantaran el Himno Nacional Mexicano. El inglés puede ser un excelente medio para conectar a distintas personas y a distintas culturas.

Link de los fans canadienses cantando el himno estadounidense: https://www.youtube.com/watch?v=mHSaHRd4Q48

14.- Ya que hablamos de la civilidad, vean simplemente la forma en la que Barack Obama y Hillary Clinton aceptaron la victoria de Donald Trump hace apenas dos semanas y media. Yo sé que Obama no es mi favorito, pero tanto su posicionamiento el día posterior a la votación como el concession speech de Hillary Clinton, a quien realmente detesto, no tienen nada de reprochables (al menos no en cuanto a la aceptación del resultado se refiere) y eso es de admirarse (comparémoslo con lo que a menudo pasa en nuestro país o en otras naciones latinoamericanas):



15.- Gracias al inglés por permitirme tener una personalidad y un carácter que no tengo en español. En español, mi personalidad y mi carácter son muy distintos. La verdad creo que si queremos aprender un idioma, algo fundamental es desarrollar una personalidad propia en esa lengua.

Agradecimientos todavía más personales

16.- Gracias a mis grandes maestros y maestras de inglés. Cuando veo todo lo que aprendí de ustedes, simplemente me emociono: Celina, Lulú, Victoria Huicochea, Rosy, Ted Campbell y la gran Lis Espinoza.

17.- Gracias a mis extraordinarias colegas de las que he aprendido enormidades: Kesné González, Ale García y Emily. Gracias también a Karel, a Emanuel, a Ale López, a Betty y a Ángel.

18.- Gracias a mis magníficos alumnos y alumnas porque de ellos es de los que más he aprendido: Gustavo, Mariana, Alexia S., que no dejaban de leer en inglés y de ver a los YouTubers (además Gustavo siempre tenía una canción en inglés; palabra que dijeras era tema musicalizado); Dani Ruiz A., porque volvía (y creo que todavía lo vuelve) fácil lo difícil; Ceci, que aprende rapidísimo y que será una extraordinaria maestra; Grecia, que se leyó 19 libros en inglés en un año (nunca he visto algo similar otra vez); Car, que es la mejor persona (la más humana) que he conocido dando clases de inglés; Rebe, puesto que nunca he recibido comentarios tan certeros y francos  como los que ella me hizo y que me hicieron crecer enormidades en mi profesión; Sebastián S., mi primer gran alumno; Jessy, a la que admiro porque combina talento y disciplina difíciles de igualar; Ivonne, por su actitud tan positiva que contagiaba, incluso cuando llegaba tarde; M. Andrea, cuya agudeza y carácter me asombran en lo que hace dentro y fuera del aula. Son tantos, de verdad: Fer, Saúl, Hanni, Adiiee, Thelma, Lesly, Issa, Liz, Gaby, Viri, Susy, Nahomi, Jess B., Lupita, Natalia, Marian, Bere, Ale, Cynthia, Fany, Arely, Sebastián, tantos y tantos más. Todos me han inspirado y me han motivado a seguir adelante y a todos los conocí gracias al inglés (algunos se me han de haber pasado; lo siento, de antemano, lo siento). Y eso que no he querido mencionar a los actuales: es que ahí sí, si se me va uno o una, para qué quieren. Ustedes saben a quienes admiro, a quienes aprecio, quienes me motivan y me retan; lo saben porque frecuentemente se los hago saber: cuando hacen algo bien, cuando se encuentran en esas rachas admirables de aprendizaje del inglés, cuando se quitan uno y mil pretextos y empiezan a aprender y a avanzar realmente, cuando participan tanto que mi problema no es que nadie quiere pasar al frente, sino que muchos quieren aportar algo.

19.- Gracias a mis excompañeros (ahora colegas), a todos, pero sobre todo a Rebeca Carrillo, Carlos Fuentes, Belem Martínez y Érick Chávez, porque ustedes son tres veces mejor que yo en el idioma y los Admiro. En su profesión también son unos gigantes; igualmente tres veces mejor que yo (bueno, y si de traducción se trata, entonces digamos que 15.2 veces mejor que yo).

20.- Gracias a los lectores de este blog, que espero jueves tras jueves se beneficien de los consejos y tips que aquí comparto (y una disculpa, porque esta fue una entrada un tanto más personal; pero los consejos vienen velados, disimulados pues: vean a los YouTubers en inglés, lean 19 libros al año, combinen talento y disciplina y les irá bien).

Manos a la obra

Hoy es un día para agradecer y para valorar todo lo que tenemos, somos y hemos logrado. El último consejo que daré esta vez es: NO DEN NADA POR SENTADO. Si entienden una palabra o saben decir una o mil frases en inglés, si pueden escribir apenas una oración o casi un libro, si pueden hablar rápido o lento, con errores o sin errores, siéntanse orgullosos, porque eso es mejor que nada. Obviamente, lo que sigue es mejorar, como diría Nietzsche, “sin prisas, pero sin descanso”.

Happy Thanksgiving!!!!!! J  

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jueves, 17 de noviembre de 2016

La función de las clases de inglés para entender por qué los alumnos se estancan

Juan Carlos García Valdés

Recientemente he estado en contacto con distintos ex alumnos y muchos me comentan lo siguiente: “Teacher, la verdad es que ya me estanqué”. En esta doble entrada trataré de darles consejos prácticos a esas personas que sienten que ya no están avanzando. Sin embargo, para llegar a esos consejos, necesito primero analizar las características del aprendizaje del inglés en nuestro país, para que se entienda por qué estamos como estamos. A quien sólo quiera leer los consejos, lo invito a que vaya directamente a "17 Consejos para aquellos que ya se estancaron y una propuesta atractiva" (aquí abajito, sí, sí, un poco más, todavía más, ya casi, listo).

LA FUNCIÓN DE LAS CLASES

De pasteles y aguacates: Las formas sí importan

Imagínate por un momento a una persona que prepara un pastel. ¿Estás de acuerdo que hay varias formas de hacerlo? Algunos le ponen más azúcar, otros saben que el secreto está en la mantequilla y unos más prefieren dejarlo en el horno algunos minutos adicionales. Así como hay distintas maneras que nos llevarán exitosamente a preparar un pastel, tal vez todavía sea más importante saber que hay miles de formas para no hacerlo.

Sentarme en frente de la tele mientras aviento aguacates a la pared seguramente no es una manera de hacer un pastel y ustedes me dirán que eso es obvio (Obvi, teacher), pero extrañamente cuando se trata de aprender un idioma ese razonamiento lógico súbitamente desaparece.

Así las cosas, hay algunas maneras para aprender inglés y muchísimas, muchísimas, para no hacerlo.

¿Y tú qué estás haciendo: algo que funciona o estás aventando…?

La primera pregunta que surge entonces, antes de que nos gane el pánico y la desesperación, es: ¿Y tú, estás siguiendo una forma para aprender el idioma o más bien estás aventando aguacates a diestra y siniestra? En este caso, bien podríamos suplir aguacates por quejas y recriminaciones.

Muchos me dirán: “pero teacher, yo estoy tomando mis clases de inglés. ¿No es esa una forma de aprender?”, a lo que yo responderé tajantemente: No (o, por lo menos, no es la mejor... o, todavía más, nunca debería de ser la única). Ya lo dijo el grandioso Iván Illich (el pensador, no el personaje), que casi todo lo que aprendemos bien lo aprendemos fuera de la escuela y el idioma no va a ser la excepción.

Compara, por ejemplo, el idioma que aprendiste en tu casa (el español) con el que has tratado de desarrollar en el aula (el inglés). Pues resulta que incluso en los casos más exitosos, me refiero a aquellos en donde las personas realmente pueden hablar en un segundo idioma, el de casa es mejor que el del salón.

Alegatos de supuesta hipocresía

“Entonces es usted un hipócrita, teacher, porque se dedica a algo que sabe que no funciona”. La aseveración anterior tiene una parte cierta y una parte falsa. Lo verdadero de tal afirmación radica en el hecho de que la enseñanza del inglés efectivamente no funciona de manera global. Pero no es que no funcione por los maestros nada más. “Es que Pepito o Pedrita son malos maestros. Por eso no aprendo”. La parte falsa es que no soy un hipócrita. ¿Por qué? Porque me la pasó diciéndoles una y otra vez que con solamente clases, la cosa no va a ningún lado (especialmente si el número de horas clase por semana es dos, tres o cuatro).

La enseñanza del inglés no funcionará sin importar si mandamos a nuestros maestros a las mejores universidades del mundo a que se capaciten o si nunca les damos un curso, porque desafortunadamente, tal y como se imparten las clases, estamos partiendo de un concepto errado: suponer que el conocimiento gramatical nos lleva a la producción y a la fluidez (las personas que realmente hablan bien un idioma no tienen, en la gran mayoría de los casos, ni la más remota idea de la gramática de ese idioma; el conocimiento gramatical no es un paso previo indispensable y a menudo retrasa significativamente la mejora).

Nuevas acusaciones

“Entonces teacher, es usted un doble hipócrita, porque usted nos enseñó y nos enseña gramática”.

Si leyeran a Krashen, mi adorado Krashen al que muchos denuestan (¡qué feo suena!, así dice la RAE que se dice, ¿por qué no “denostan”?), pero nadie supera, entenderían por qué lo hago. Imagínense a un grupo con el que sólo tengo dos horas a la semana. La mayoría lleva – supuestamente – aprendiendo inglés por varios años (claro, en el contexto del aula) y, sin embargo (o, mejor dicho, por eso), no saben prácticamente nada. Y les voy a decir por qué: porque todo el tiempo sus maestros se la pasaron explicándoles temas y no el uso del idioma.

A mí también me causó angustia y estrés darme cuenta lo poco que funciona mi profesión. No es poca cosa saber que a lo que te dedicas es medio inservible, pero (P-E-R-O) eso me llevó a preguntarme cómo podía hacerla aunque fuera un poquito más útil y Krashen ha sido mi guía en este camino.

Teacher talk o hablar todo en inglés

Primero, me refugié en la siguiente frase que el autor norteamericano incluye en Principles and Practice in Second Language Acquisition, EL LIBRO que se tienen que leer si quieren entender por qué adquieren o por qué no adquieren*, por qué avanzan o por qué ya se estancaron. La frase es esta: “The value of second language classes, then, lies not only in the grammar instruction, but in the simpler "teacher talk", the comprehensible input” (más o menos página 57… bueno ya, les voy a ayudar un poco más: está entre la 58 y la 60).

Siguiendo lo que dice mi Stephen, durante un buen tiempo, en mis grupos de nivel principiante, me dediqué a hablar prácticamente todo en inglés y yo me divertía mucho. Además, mi “teacher talk” era input comprensible para mis alumnos. No obstante, pronto descubrí algo: muchos de ellos se divertían en clase, pero a lo mejor no estaban aprendiendo mucho (aquí quiero aclarar algo: si se tienen muchas horas clase a la semana, estoy convencido de que hablar en inglés todo el tiempo o casi todo el tiempo es lo ideal, pero aceptemos que desafortunadamente esto a menudo no pasa: a veces tienes dos o cuatro horas a la semana con un grupo, de las cuales una hora los alumnos tienen que ir a leer las efemérides de Benito Juárez y otra a una junta para ponerse de acuerdo en quién comprará los aguacates esta semana).

En este caso, un caso que es muy realista en el contexto mexicano, el input que les daba hablando sólo en inglés en el aula (aquí me refiero a los grupos de nivel principiante, que, por lo demás, son la mayoría en este país; a los intermedios y avanzados sí les hablo prácticamente todo en inglés y lo seguiré haciendo) alcanzaba para simplemente muy poco. Además, muchos alumnos, esto también lo menciona Stephen, están tan acostumbrados a la instrucción gramatical que el día que les cambias el juego se sienten perdidos, desencanchados y ávidos de algo seguro a lo cual aferrarse (“¿dónde están los temas? ¿dónde están las notas de clase?”).

La clave para no estancarse

Entonces dije “Juan Carlos ve al fondo del asunto”. Si realmente quieres ayudar a tus alumnos de nivel principiante, ¿qué puedes hacer por ellos? ¿Cuál es la diferencia entre un aprendiz que se estanca y otro que no? Y la respuesta es muy clara: el que no se estanca, el que avanza, comprende cada día más mensajes en el idioma meta (“Language acquisition only happens when we understand messages”; esto lo dijo Krashen en un paper que empieza con “A” y cuyo título tiene seis palabras, una de las cuales es Some, otra Applying y otra Suggestions).

Por lo tanto, si quiero hacer algo por ellos, debo ayudarles a que cada día comprendan más y más mensajes. Y creo que ahí está la clave de la gramática: la gramática puede ser un excelente medio para entender, pero debe ser siempre un medio y no un fin. Una explicación clara de tres minutos que me dice que cuando se usa will se está hablando acerca del futuro y otra que me indica que los verbos que terminan en –ed están en pasado me pueden ayudar muchísimo como aprendiz a comprender más y más (a los interesados en las explicaciones breves les recomiendo que lean un poco sobre pop-up gramar). Pero esas explicaciones, repito, tienen que ser tan concisas como sea posible. El caso contrario es las clases en donde nunca se sale de la gramática; las dos horas gramática, todo el mes gramática y la pregunta que surge es: ¿para qué?

Los programas de estudio

Desafortunadamente las personas que elaboran los programas de estudio en México, me refiero a los que conciernen a las clases de inglés, no sólo no tienen ni la más remota idea de cómo se aprende realmente un idioma, sino que, además, son tipos aburridísimos. Para ellos, lo más excitante que hay en el mundo es una oración yuxtapuesta y sus ojos se les llenan de alegría cuando alguien les habla de inversions o del futuro perfecto continuo.

Esto, para mal, permea en las aulas. Los coordinadores y los maestros están más enfocados en terminar un programa de estudios (102% gramatical) que en realmente ayudar a sus alumnos a que entiendan cada vez más. “Te ayudaría a que comprendieras más, pero hoy tenemos que ver la diferencia entre will y going to, mañana el reported speech y la próxima semana el condicional mixto y obviamente no podemos perder el tiempo”. Jajajajajajaja, maestros y coordinadores: precisamente eso es lo que están haciendo… perder el tiempo, el de ustedes y el de sus alumnos y todo porque ustedes quieren acabar un programa que, además, está hecho con las patas. Pero los entiendo. Imagínense que no terminaran el programa. ¡Uy, qué grave! Yo creo que bajaría el mismísimo Dios Padre y los castigaría. ¡Uyyy!

Y los libros de texto… no cantan mal las rancheras

Aunado a lo anterior, muchos de los libros de texto también están basados en el componente gramatical, si bien cada vez más incluyen mucha más práctica de las cuatro habilidades. Pero, por lo que veo, la inclusión del listening, reading y demás, parece un poco falsa, un poco a regañadientes y, por ende, no es poco común encontrar audios o textos más falsos que un billete de $28.90 en el que se repite hasta el cansancio una estructura gramatical. En la vida real, nadie habla así.

Por eso, a muchos de los estudiantes que más o menos van avanzando con el libro les cuesta trabajo dar el salto hacia lo que denominaríamos “el inglés real”. Están tan habituados al inglés simplificado, que cuando se trata de entender lo que realmente pasa afuera del aula, simplemente no saben ni por dónde empezar.

¿Entonces las clases y los libros “no sirven pa’ nada”?

Las clases y los libros pueden servir para algunas cosas muy puntuales. Pueden servir como un primer acercamiento al idioma. Para explicar esto, comparto un ejemplo personal. Mis primeras 200 horas de alemán fueron en clase y la clase siempre fue gramatical. Tal vez no avancé tanto, pero me aprendí cosas que ahora me permiten entender mejor los textos y los audios en ese idioma. Aprendí a reconocer cuándo la oración está en pasado, cuándo está en presente y cuándo está en futuro; aprendí a reconocer las declinaciones (lo que ahora me evita muchas confusiones) y aprendí a identificar las estructuras con weil y ob, que tanto me ayudan a expresar lo que quiero decir. Pero ahí está la clave, en lo que acabo de decir: la función de una estructura gramatical es ayudarte a entender o ayudarte a expresarte y hasta ahí.

Lo mismo pasa con los maestros. Los maestros pueden guiarte, pueden ayudarte y pueden motivarte (o, incluso, desmotivarte), pero todo esto debería de ser temporal. Un maestro no puede estar contigo 24/7 y es por eso que no creo mucho en la enseñanza del inglés, pero sí en el aprendizaje del inglés*.

El error que cometemos es pensar que es en las clases donde avanzamos. No, no y no. En las clases puedes conocer o repasar cierto vocabulario o cierta gramática que te ayudará en la clase real del idioma: la vida diaria, el día a día. Y quien no tiene vida diaria en inglés o quien no tiene día a día en inglés NO AVANZA.

Manos a la obra

Si sientes que no avanzas, no te quedes nada más con la mediocridad de tu clase. Hay vida después del aula y tu progreso realmente se definirá en la interacción y el contacto que tengas con otros hablantes de tu lengua meta, con la literatura en ese idioma y con todo lo que puedas escuchar constantemente (audios, videos, películas, programas de televisión y de radio, entre muchos otros). Si quieres progresar, te invito a que leas “17 Consejos para aquellos que ya se estancaron y una propuesta atractiva”.

*Krashen diferencia entre adquisición y aprendizaje y tiene toda la razón para hacerlo. Yo, como ya lo he comentado anteriormente, utilizo normalmente estos términos como sinónimos en este blog con la única finalidad de no causar confusión en el lector (ya que este blog es leído por gente con profesiones muy distintas, que no necesariamente tienen por qué saberse todo lo que Krashen u otros expertos del área han escrito). Por lo demás, cuando me interesa establecer la diferencia entre uno y otro término, lo hago de forma explícita.

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17 Consejos para aquellos que ya se estancaron y una propuesta atractiva


Juan Carlos García Valdés

En la entrada anterior, analicé la función de las clases y expuse por qué a menudo puedes sentir que no avanzas. Aquí, todo se vuelve más práctico. A continuación, diecisiete ideas, tips, recomendaciones y sugerencias que no quiero que desestimes. Por favor, no lo hagas.

Consejos

UNO: Quítate de la cabeza la idea de que es en las clases donde aprendes. La mayoría de las clases están diseñadas para que no aprendas o para que lo que aprendas sea muy poco. Pero no desestimes ese “muy poco”. A menudo, como a mí me pasó, ese “muy poco” te puede ayudar a entender y a expresar “bastante”.

DOS: Quítate de la cabeza la idea de que porque te tocó un mal maestro este año o este semestre, ya no vas a aprender nada. El aprendizaje real está fuera del salón de clases. Y déjame decirte algo que va a sonar radical, pero es verdad: a muchos, muchos maestros tu aprendizaje les importa lo que a mí me importa cómo quedó el día de ayer el equipo de voleibol de playa de la Universidad de Moldavia: ¡nada! Como en muchas profesiones, aquí también hay gente que nada más está esperando al final de la quincena para cobrar y punto. No te centres en ellos. Céntrate en ti. Si te tocó un mal maestro, soporta sus clases, pero por fuera maravíllate a ti mismo/misma. Además, no es con el maestro con el que vas a hablar el inglés el resto de tu vida, así es que si te cae bien, mal, regular, si te motiva o no, si te enseña o no, eso es lo menos importante: el maestro es temporal; tu competencia comunicativa puede ser/debería ser permanente.

TRES: Forma a tu equipo de trabajo (equipo de aprendizaje). De verdad. Es súper importante. Solo no vas a llegar a ningún lado. Y esto lo empiezo a recalcar cada vez más: de preferencia, incluye a extranjeros en tu equipo. Si tienes a un asistente de lengua en tu escuela, no vengas a preguntarme quién debería de estar en tu equipo sí o sí. Y si no hay uno, ve a los lugares donde puedas encontrar extranjeros: aquí en la ciudad ve al CILC y pregunta por las personas que están tomando español (porque serán extranjeros), date una vuelta a la Facultad de Lenguas. ¡Créeme! Hay más extranjeros de los que te imaginas y los estás desaprovechando. La razón para tener extranjeros es muy sencilla: para muchos de ellos es más cómodo hablar en su idioma o en la lingua franca y ¡bingo!: esa lingua franca es la que tú quieres/necesitas aprender. En otras palabras, la ventaja de tenerlos en el equipo es que crean necesidad de comunicarse en el idioma meta. Platica, platica tanto como puedas con ellos. Recuerda que avanza el que cada día entiende más.

CUATRO: Sé más selectivo para escoger el material que vas a leer o a escuchar que lo que serías escogiendo al novio o a la novia. Lo digo en serio. De esto depende tu avance o no avance. Si escoges material súper fácil, va a ser complicado que progreses todo lo que tienes que progresar. Por el contrario, si escoges material muy difícil, es muy probable que te frustres. Creo que aquí es donde más necesitas a un guía. Alguien que te ayude a escoger los mejores materiales para ti (tomando en cuenta tu nivel y tus preferencias).

CINCO: Recuerda que lo que importa son las horas. Si ya te estancaste, el diagnóstico normalmente es fácil. Algo ya te desanimó y no estás practicando tanto como antes. Dos, tres o cuatro horas a la semana, ya sean de clase o en cualquier otra modalidad, es paso de tortuga. Debería de haber una regla que dijera: “Nadie que no haya llegado a las tres mil horas de práctica en un idioma puede decir que no se le da o que ya se quedó estancado”. Llega a esas tres mil horas y entonces vemos si de verdad no se te da.

SEIS: Necesitarás más de una motivación para seguir adelante. Descúbrela o créala. Un novio, una novia, leer a tu autor favorito en su lengua original, platicar con tus amigos del extranjero, trabajar en el país de tus sueños, viajar y ver el Big Ben o Times Square. No sé, algo. Si tu motivación es “pasar la materia” o “irla llevando”, mejor no pierdas tu tiempo: estás frito.

SIETE: Sé fiel a tu estilo de aprendizaje, pero, al mismo tiempo recuerda que la lengua se aprende escuchándola, primero, y luego leyéndola. “Es que yo soy kinestésico”, “es que yo soy visual”, “es que yo…”. Mira, ya, hablemos en serio: en otras áreas, tal vez eso sea súper importante. No lo niego. Aquí o escuchas y escuchas y... o lees y lees.  Punto. En una conversación lo fundamental es escuchar y así es como mejor se aprende. En una conversación nadie está pensando: “Es que yo soy kinestésico”.

OCHO: Sé creativo. Si escuchas o lees una palabra, regístrala para el resto de tus días. Créale una historia. Invéntate una asociación. Utilízala en una oración.

NUEVE: Poner tu teléfono en inglés no ayuda en mucho. Sí, puedes aprender algunas palabras y frases, pero no mucho más. Lo que sí ayudaría es que todas tus conversaciones en WhatsApp o en Messenger fueran en inglés. Ahí sí avanzarías. “Pero es que mis amigos no hablan inglés”. Pues también tú. Empieza a ser selectivo con tus amigos.

DIEZ: Lee en inglés como si no hubiera mañana.

ONCE: Escucha tanto como te sea posible en lengua inglesa. Y combina. Esto es importante. Tienes que escuchar audios básicos (libros, audiolibros para aprendices del inglés) y audios avanzados (TV, películas) desde el principio. Pero la finalidad es distinta. Los audios básicos te permiten familiarizarte más y más con las palabras. Los audios avanzados te dan la posibilidad de no estar tan indefenso para operar en el mundo real del idioma. En ningún caso trates de entenderlo todo, palabra por palabra. Siempre céntrate en el mensaje. Lo mismo cuando leas.

DOCE: Lee mi blog y pon en práctica lo que te digo. No me gustan los “auto-comerciales”, pero es verdad. Si aplicas algunas o muchas de las ideas que aquí he expuesto, ten por seguro que vas a avanzar. Nada más recuerda siempre que la clave es la constancia y la disciplina.

TRECE: Ya echa a la basura esa idea de que tu pronunciación es mala. Tu pronunciación es defectuosa sólo si cuando hablas con nativos, ellos o no te entienden o se la pasan preguntándote que quisiste decir. Y si eso pasa, hazle como los bebés, que ni siquiera conocen las letras, pero que son buenísimos para empezar a repetir. Repite, repite y repite. Sin importar cómo se escriben, en un primer momento, las palabras. Siempre confirma la pronunciación de las palabras difíciles con un nativo o con un diccionario (Merriam Webster, WordReference). Y emociónate cuando pronuncies bien, cuando digas algo bien, cuando te des a entender. ¡EMOCIÓNATE!

CATORCE: Lo peor que puedes hacer si realmente quieres aprender es usar el traductor para todo. Ya deja de pensar que tu cabeza no puede hacerlo. Tu cabeza es muy poderosa. ¿Qué quieres decir? Escoge tu sujeto (I o you u otro). Escoge tu acción (play). Escoge qué más quieres decir (soccer, basketball, the guitar) y repite el proceso. Lo único que tendrás que ir haciendo el resto de tus días es agregando detalles y haciendo pequeños cambios (Last week, tomorrow, -ed, will). Si todo lo metes al traductor, el que procesa es precisamente el traductor y no tu cerebro. Resultado: no hay aprendizaje.

QUINCE: No tomes notas en exceso. No aprendemos al anotar. Aprendemos al entender (y usar).

DIECISÉIS: Incorpora uno de los siguientes a tu proceso de aprendizaje: música o videojuegos. Sólo recuerda que la música no es lo mejor para listening, salvo que tengas un oído privilegiado, que, por lo demás, son escasos.

DIECISIETE: Escribe tus metas. Haz que sean específicas. Coloca fechas para revisarlas en el corto plazo. No digas: “hablaré inglés en cinco años”. No. Di: “De aquí a dos meses habré hablado con cinco extranjeros y cada conversación habrá durado por lo menos una hora”. La primera meta es difícil de medir. La segunda, no.

Manos a la obra

Si te estancaste, lo que tienes que hacer es retomar el camino. Espero que estas recomendaciones te puedan servir. Si crees que necesitas más ayuda, te propongo lo siguiente (sobre todo si ya te he dado clases con anterioridad): establezcamos un programa de trabajo entre los dos. Esto no te costará ningún peso porque a mí no me implicará hacer uso de mi tiempo constantemente, salvo en un primer momento, cuando nos dediquemos a diseñar el camino que habrá que recorrer (lo que nos puede llevar una o dos horas) y, después, todo o casi todo el seguimiento se puede hacer en línea (¡bendita tecnología!). Por supuesto que por las clases que imparto sí cobro, pero a veces uno puede hacer mucho por los demás, sin incurrir en un gran costo o inversión. Más bien, lo que a menudo falta es voluntad de ayudar.

Mensaje a todos, pero sobre todo a mis ex alumnos: Me importa que aprendan y no me gusta que me escriban que están estancados, pero también es necesario que ustedes trasciendan las circunstancias actuales (un mal maestro, pocas horas a la semana, un libro de texto que no les gusta o lo que sea que esté pasando). Aquí abajo está mi teléfono (WhatsApp) y mi correo, así es que, a partir de ahora, estará estancado el que quiera. Repito: para todos mis ex alumnos está opción de que armemos un programa de trabajo y de que le demos seguimiento es totalmente gratuita.  

Puedes compartir cualquier duda, pregunta, comentario o sugerencia escribiendo al correo electrónico juan.garciavaldes@cadlenguas.com

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jueves, 10 de noviembre de 2016

Inglés para entendernos con Mr. Trump: 35 palabras o más que estaremos escuchando en los años venideros

Juan Carlos García Valdés

Los ataques fueron mutuos. Durante la campaña, Trump hizo comentarios nada agradables sobre los mexicanos y los mexicanos hicieron comentarios poco afortunados sobre él. Haya sido como haya sido, Donald será el presidente de nuestro vecino país del norte, al menos durante los próximos cuatro años y, querámoslo o no, nos tendremos que entender. He aquí algunas palabras y frases que nos serán de mucha utilidad para entablar esa comunicación que hasta ahora ha sido muy accidentada. Desde electoral votes hasta Second Amendment, pasando por foreign policy, remittances, Obamacare e inauguration.   

Los colores: ¿Cómo y por qué ganó Mr. Trump?

“¿Qué no se supone que el que tiene más votos gana y ya?”, me preguntó un amigo el otro día. Pues resulta que en los Estados Unidos no es así. Jilaria obtuvo el 47.7 % del popular vote (0.2% más que copetitos), pero sólo alcanzó 228 electoral votes (contra 279 del candidato del GOP, que no es otra cosa que el Grand Old Party, mejor conocido en nuestros lares como el Partido Republicano).

“¿Y cómo se otorgan esos electoral votes? Pues dependiendo del estado que cada candidato gana. Por ejemplo, California da 55 votos electorales (el que más), Texas da 38 y Nueva York y Florida dan 29. Por el contrario, hay estados que casi no dan votos, como Nebraska y Nuevo México (5), Idaho (4) y Alaska, las Dakotas (no Dakota Fanning, por cierto; ya están como el que dijo que iba a votar por Hilary… Duff… ah… muy bien…) y Wyoming que dan 3. Sin importar la diferencia con la que haya ganado un candidato en cada estado, esa persona se lleva todos los votos electorales. A esto se le conoce como winner-take-all system.

Ahora bien, hay estados que ni de chiste votarían por los republicanos. Una vez sí y otra vez también, votan por los Clinton, los Obama, los Clinton y los Clinton (¡siempre se postulan las mismas familias caray! De mí se acuerdan cuando se postule Chelsea). A estos estados (Minnesota, California y Massachusetts, por mencionar algunos) se les conoce como blue states. El caso opuesto es el de los red states, que siempre votan por Bush padre, Bush hijo, Bush nieto, Bush tataranieto y ahora también por Donald, el president-elect de los United. Y es que los cielos estarán muy azules en Alabama (“Sweet home Alabama, where the skies are so blue”), pero en cuestiones electorales, el estado es rojo como el jitomate. Y ni qué decir de Nebraska, Kansas y Oklahoma que son red como los red devils y los Red Bulls.

Lo interesante, no obstante, es lo que pasa con los famosos swing states (swing significa “balancearse, cambiar, columpiar”), también conocidos como purple states. Ahí es donde todo se decide. “¿Y eso por qué?” Pues porque en esos estados, Enriquito, puede pasar hasta lo impensado. “¿Hasta lo impensado?” (con cara de asombro; como de periodista o analista de Televisa que se entera de que Hillary no más no ganó… ¡qué cara de miedo traen muchos después de la victoria de Melanio!). Sí, así es. Pueden ganar los demócratas o pueden ganar los republicanos. En 2016, algunos de estos battleground states (battleground = campo de batalla) que terminaron por definir la elección fueron Ohio, Florida, Pennsylvania y Michigan. Y así algunos bastiones de Obama, que pronto será former president, se convirtieron ahora en bastiones de Donald. Por cierto, bastiones se dice strongholds.

Pero bueno, vayamos al grano. Cuando todos nos percatamos de que Donald había ganado la mayoría de los swing states y nos dimos cuenta de que no tendríamos primer damo (la FLOTUS será Melania Trump), lo que prosiguió fue escuchar el acceptance speech (discurso de aceptación) de Donald Trump y el concession speech (el discurso en el cual el candidato que no gana acepta los resultados) de Secretary Clinton. “FLOTUS suena chistoso. ¿Eso qué es?” Pues no es otra cosa que First Lady of the United States, la media naranja del presidente, the seagull, su gaviota para que me entiendas.

¿Cuáles serán los temas que dominarán la agenda a partir de ahora?

En la relación entre México y Estados Unidos, la migración (migration) tendrá un papel fundamental. Probablemente, los periódicos se llenarán, todavía más, de palabras o frases como mass-scale deportations, large-scale raids (raid = redada), border wall (el muro en la frontera, "On Day One we will begin working on an impenetrable, physical, tall, powerful, beautiful southern border wall") e illegal aliens (porque alien, Enriquito, no sólo significa “extraterreste”, sino también “foráneo” o “extranjero”) y se alejarán de amnesty (mucho más factible si a la Casa Blanca hubiera llegado la mamá de Chelsea). Al parecer, a Donald Trump se le ocurrió que sea a través de las remittances (remesas) como México aparentemente pagaría la construcción del muro, aunque por ahora no se sabe a ciencia cierta si eso podría darse “at the stroke of a pen”, o lo que es lo mismo, de la noche a la mañana, de manera inmediata o, a veces, de un plumazo.

“I would expect a sea change in the enforcement landscape”, le dijo John Sandweg a The Washington Post. “¿Un cambio en el mar? ¿Cómo es eso posible?” No, nieto mío, no, cuando decimos “sea change” nos referimos a un cambio radical. “Ahhh… esa frase está buena. Déjame apuntarla al lado de los nombres de los tres libros que más han influido en mi vida. Si la utiliza Mr. Trump la próxima vez que haga una lightning visit (visita relámpago) al DF, ya sabré qué decirle. “Los que hablan inglés y si la quieren hacer la pregunta en inglés se vale, Mr. Trump. However, I will answer in Spanish, so everybody can understand what I’m going to say… and I speak better English… better Spanish… better Russian… better Italian…¿y si mejor no lo invitamos?” Sí, mejor no lo invitamos.

Otro asunto fundamental será NAFTA. “¿Y eso qué es?” Bueno, es que tú lo conoces como el TLCAN, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pero él te lo va a decir como NAFTA, o sea, North American Free Trade Agreement. Mira, él te va a decir algo así como: “We will renegotiate NAFTA or withdraw from the deal to get a much better one for our workers and our companies”. “¿Y eso de “withdraw” qué es? A ver, a ver… draw según yo es “dibujar” y with es “con”, ¿no? Para que veas que mis clases de…” / Guarda silencio. (A nuestros amables lectores: withdraw es retirarse o abandonar).

Sobre este acuerdo comercial, Trump también tratará de conseguir lo que a continuación se menciona: “Eliminate Mexico’s one-side backdoor tariff through the VAT”, en donde tariff es gravamen, arancel, impuesto o tarifa y VAT no es otra cosa que value-added tax (impuesto al valor agregado o IVA). De igual manera, también se interesará por ponerle fin a las sweatshops, o al menos eso es lo que ha dicho con anterioridad. “¿Pero a quién le hacen daño esas tiendas que sólo venden dulces, gomitas, paletas payaso y tamarindos?” No seas paleta Enriquito, tú estás confundiendo sweet (dulce) con sweat (sudor) y cuando Mr. Trump se refiere a las sweatshops, está hablando de las fábricas o talleres clandestinos que existen en nuestro territorio.

“Bueno, pero eso es aquí, en lo que se mueve en la frontera entre los dos países, pero cuando me lo encuentre en el G-20 o en el CR-7, me va a hablar de la internacionalización de las cosas, ¿no es cierto?” Nuestro Enriquito es “one of a kind” (único en su especie). Sí, mi nieto mío. Mira, ahí entraremos en su foreign policy (política exterior). Por un lado, repetirá hasta el cansancio la posibilidad de “an easing of tensions” (un alivio o una reducción de las tensiones) con distintos países y, por otro, buscará retirarse del TPP (Trans-Pacific Partnership). En lo que se refiere al Estado Islámico, tal vez te diga que "everybody that's touched the Middle East, they've gotten bogged down”, refiriéndose a lo empantanada que está la situación actualmente en esa parte del globo terráqueo (get bogged down = empantanarse, quedarse atrapado), pero que de cualquier manera, “we have to knock out ISIS” (knock out = tumbar, noquear, dejar fuera de combate).

Algunos temas para concluir: la segunda enmienda, la Suprema Corte y Obamacare

¿Cómo vamos Enriquito? “Bien, creo que hoy he aprendido más que en toda mi vida”. Bueno, nietecito, es que eso tampoco es mucho decir, tomando en cuenta que plagiaste tu tesis y que seguramente tus maestros siempre te pasaron por tu linda cara. Pero está bien. Todavía te tengo que hablar de algunas cosas más. “¿Todavía más?”

Sí, así es. Por ejemplo de la Second Amendment. Mira, digas lo que digas y hagas lo que hagas, no te pongas a discutir con Mr. Trump sobre el derecho de la gente a portar armas. “¿De eso trata la segunda enmienda?” Sí.

Y en lo que se refiere a la Supreme Court of Justice, pues ahí no tienes ni vela en el entierro, pero no estaría de más que le entendieras, en lugar de simplemente darle el avión, que a él ya le van a dar el Air Force One. Mira, si te quieres llevar bien con él, pues dile que tú prefieres a un conservative justice y no a un liberal justice para tomar el lugar del Justice Antonin Scalia. “¿Y qué no justice era justicia?” Sí, sí, pero también es juez y créeme que este fue un factor fundamental en la elección.

Ahora, ya nada más te hablaré de un tema más y te dejaré ir: ObamaCare. Trump ya nos dijo una y otra vez cuál es su postura al respecto: “Except pre-existing conditions, I would absolutely get rid of ObamaCare”. “¿Y eso qué quiere decir?” Pues quiere decir que se va a deshacer del plan de salud que propuso Barack Obama, con la excepción de las llamadas condiciones preexistentes. Recuerda que get rid of es deshacerse de algo.

Oye Enriquito, por cierto, ¿vas a ir a la inauguration? “¿De qué? ¿Ahora qué van a abrir? ¿Otra plaza comercial?” No, iluso, no. Así se le llama al día en el que el president-elect toma posesión, lo cual será el próximo 20 de enero en D.C. Podrías ir, visitar el Capitolio, el Obelisco e incluso ir a Arlington… y quedarte por allá, un tiempo, tampoco mucho, unos dos o tres siglos, ¿no te agrada la idea?

“Pues no sé. Tengo que ver, porque creo que la Gavi va a empezar a grabar otra telenovela. ¿Te conté que le ofrecieron exclusividad en…?” (¿Y si en lugar del ya famoso “Lock her up!” hacia Jilaria, aplicamos el “Lock them up!” hacia EPN y su séquito?)   

Manos a la obra

Ojalá que el triunfo de Donald Trump, por doloroso y aterrador que sea para muchos, nos permita ser congruentes y no sólo criticar lo que pasa en el país del norte, sino sobre todo lo que sucede aquí. Los próximos cuatro años estarán llenos de retos y dificultades, pero también de muchas oportunidades para que ambos países redefinan su relación, una de las más ricas y a la vez complejas en todo el mundo. Mr. Trump es el menor de nuestros problemas. Nuestros problemas reales pasan más bien por nuestra mediocridad y nuestra flojera mental. En cualquier caso, un excelente nivel de inglés nos permitirá mejorar nuestra comunicación con Trump y con el resto de los estadounidenses. ¿Qué le dirías a Donald si lo tuvieras enfrente? ¿Le dirías: “Mire Mr. Trump, si quiere hacer la pregunta en inglés se vale. However, I will answer in Spanish, so everybody can understand what I’m going to say”? ¿O estarías realmente preparado?

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jueves, 3 de noviembre de 2016

Los 3 pecados capitales al querer aprender inglés

Juan Carlos García Valdés

Lujuria, pereza, jugar Pokémon Go, irle al Cruz Azul después de casi 20 años sin títulos de liga, envidia, avaricia, pasarte horas y horas en las redes antisociales. No. Hoy no les hablaré de los siete pecados que normalmente conocemos. Hoy les hablaré de aquellos que mucha gente comete cuando trata de aprender inglés. Estos son, como su nombre lo indica, de tal magnitud que pueden parar en seco todos los avances o todas las posibilidades de mejora. Por ello, es mejor no ser pecadores y abstenernos de cometer los siguientes tres yerros:

Pecado #1: Quererlo traducir todo

Este pecado es mayúsculo por dos razones fundamentales. Punto número uno: encontrar las palabras exactas en nuestro idioma para una frase en lengua inglesa no siempre es sencillo y, punto número dos y lo más sorprendente, no siempre es necesario.

Pongamos el siguiente ejemplo: En inglés, la edad se dice usando el verbo to be, a diferencia del español que utiliza tener. Así las cosas, mientras en español decimos “Yo tengo veinte años” o “Ella tiene cincuenta años”, en inglés expresamos “I am twenty years old” o “She is fifty…”.

Las personas que lo quieren traducir todo, a menudo hacen preguntas y comentarios del siguiente tipo: “¿Yo soy veinte años viejo? Eso no tiene sentido”. Y, en efecto, no tiene sentido si lo decimos así, pero como diría el famosísimo Juan Gabriel, que ya descansa en paz, “pero qué necesidad, ¿para qué tanto problema?” Juan Gabriel tuvo la razón al decir lo anterior porque lo fundamental no es encontrar la oración perfecta que diga lo que previamente se está diciendo en inglés, sino simplemente comprender el mensaje y actuar en consecuencia.

La segunda razón radica en el hecho de que este mal hábito nos quita mucho tiempo y es que los entusiastas de la traducción no intentan traducir una palabra o una frase nada más, sino prácticamente todas las palabras y todas las frases.

George Steiner, a quien ya nos referimos brevemente en una de las entradas anteriores, señala lo siguiente: “Sin traducción, habitaríamos provincias lindantes con el silencio”. Steiner tiene toda la razón. ¿Pueden concebir nuestro mundo sin Shakespeare y sin Nietzsche, sin Molière, sin Oe y sin Frankl? En el mundo de las ideas y la literatura, dicha sentencia es, por supuesto, atinada. Sin embargo, cuando se trata del mundo del aprendizaje del inglés (Steiner no tenía ninguna intención de hablar de esto), la afirmación es paradójica: entre más traducimos, más nos alejamos de la comunicación y más nos acercamos al mutismo.

Imagínense en una conversación futura con nativos del inglés. Ellos no van a querer que ustedes se la pasen traduciendo todo al español. Lo que ellos desearán es que ustedes tengan el nivel suficiente para que el diálogo sea interesante, entretenido y, de preferencia, revelador.

Así es que la próxima vez que les pregunten algo, conténganse y usen la política de cero traducciones. Por favor, limítense a contestar y a hacer que la conversación avance.

Pecado #2: Buscar explicaciones donde simplemente no las hay

Regresemos al verbo to be, ahora para decir la edad en inglés. ¿Pero por qué se usa ser o estar y no tener? ¿Por qué la palabra queue se pronuncia como se pronuncia? ¿Por qué advertisement se pronuncia tan diferente en inglés británico y en inglés americano? ¿Por qué usan ain’t? ¿Por qué después de want y de need se usa to cuando se quiere colocar otro verbo, pero después de avoid y de enjoy se usa ing? ¿Por qué hay verbos irregulares? ¿Qué no hubiera sido más fácil que todos los verbos terminaran en ed?

Preguntarnos todo lo anterior es más que válido, pero vivir permanente con dichas preguntas es sencillamente tonto. Imagínense que cuando fueran niños, se hubieran negado a usar los verbos oler y caber sólo porque nadie les dio una explicación convincente de las razones por las que se dice “yo huelo” y no “yo olo” (pero sí “nosotros olemos”) y de por qué se dice “yo quepo” y no “yo cabo”.

Ah… pero bien que cupiste…. cabiste… no, pues así no se puede, de verdad. Para la mayoría de nosotros, los mortales, hay dos opciones: o volvernos unos eruditos en los tejemanejes del lenguaje o hablar el idioma. Cada quien decide qué quiere y si alguien logra los dos, pues nos marca para celebrar, pero es algo poco común, poco, poco común.

Advertencia adicional: Quien quiera volverse loco que se ponga a estudiar las reglas de la pronunciación del inglés. Mi experiencia me dicta lo siguiente: al quererlas estudiar, empieza a haber tantas excepciones, que es mejor utilizar otro enfoque al respecto.

Pecado #3: La inconstancia

¡Pero somos mexicanos! ¿No sería traición a la patria si empezáramos a ser constantes y disciplinados? La respuesta es no. Como dice Benny Lewis, el políglota famoso de la tierra de James Joyce y Robbie Keane, palabras más, palabras menos, cuando uno quiere aprender realmente un idioma, no hay tiempo que perder.

La constancia empieza hoy y si se termina mañana o pasado mañana es pura palabrería. El “quiero aprender inglés” debe ir acompañado de acciones concretas e inmediatas. Concretas e inmediatas, pero también inteligentes y estratégicas.

Como dice el proverbio chino, “un viaje de diez mil kilómetros empieza por un solo paso”. Avancemos “sin prisa, pero sin descanso” (Goethe) y logremos que lo que dijo Baudelaire sea cierto: “una sucesión de pequeñas voluntades consigue un gran resultado”.

Manos a la obra

Si realmente quieren avanzar, no traduzcan todo, no busquen explicaciones que son inexistentes o, por lo menos, innecesarias y sálganse de la epidemia de la inconstancia y de la flojera. Alcanzar un excelente nivel de inglés no se consigue de la noche a la mañana, sino cada noche y también cada mañana. “Sin prisa, pero sin descanso”, ¡que frase tan cierta y tan bella del creador de Así habló Zaratustra!... practiquen, practiquen y canten y lean y sean felices usando en idioma.

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