Juan Carlos García
Valdés
Recientemente he estado en contacto con distintos ex alumnos
y muchos me comentan lo siguiente: “Teacher, la verdad es que ya me estanqué”.
En esta doble entrada trataré de darles consejos prácticos a esas personas que
sienten que ya no están avanzando. Sin embargo, para llegar a esos consejos,
necesito primero analizar las características del aprendizaje del inglés en
nuestro país, para que se entienda por qué estamos como estamos. A quien sólo quiera
leer los consejos, lo invito a que vaya directamente a "17 Consejos para aquellos que ya se estancaron y una propuesta atractiva" (aquí abajito, sí, sí, un poco más, todavía más, ya casi, listo).
LA FUNCIÓN DE LAS
CLASES
De pasteles y
aguacates: Las formas sí importan
Imagínate por un momento a una persona que prepara un pastel.
¿Estás de acuerdo que hay varias formas de hacerlo? Algunos le ponen más
azúcar, otros saben que el secreto está en la mantequilla y unos más prefieren
dejarlo en el horno algunos minutos adicionales. Así como hay distintas maneras
que nos llevarán exitosamente a preparar un pastel, tal vez todavía sea más
importante saber que hay miles de formas para no hacerlo.
Sentarme en frente de la tele mientras aviento aguacates a la
pared seguramente no es una manera de hacer un pastel y ustedes me dirán que
eso es obvio (Obvi, teacher), pero
extrañamente cuando se trata de aprender un idioma ese razonamiento lógico
súbitamente desaparece.
Así las cosas, hay algunas maneras para aprender inglés y
muchísimas, muchísimas, para no hacerlo.
¿Y tú qué estás
haciendo: algo que funciona o estás aventando…?
La primera pregunta que surge entonces, antes de que nos gane
el pánico y la desesperación, es: ¿Y tú, estás siguiendo una forma para aprender
el idioma o más bien estás aventando aguacates a diestra y siniestra? En este
caso, bien podríamos suplir aguacates por quejas y recriminaciones.
Muchos me dirán: “pero teacher, yo estoy tomando mis clases
de inglés. ¿No es esa una forma de aprender?”, a lo que yo responderé
tajantemente: No (o, por lo menos, no es la mejor... o, todavía más, nunca debería de ser la única). Ya lo dijo el grandioso Iván Illich (el pensador, no el
personaje), que casi todo lo que aprendemos bien lo aprendemos fuera de la
escuela y el idioma no va a ser la excepción.
Compara, por ejemplo, el idioma que aprendiste en tu casa (el
español) con el que has tratado de desarrollar en el aula (el inglés). Pues
resulta que incluso en los casos más exitosos, me refiero a aquellos en donde
las personas realmente pueden hablar en un segundo idioma, el de casa es
mejor que el del salón.
Alegatos de supuesta
hipocresía
“Entonces es usted un hipócrita, teacher, porque se dedica a algo que sabe que no funciona”. La
aseveración anterior tiene una parte cierta y una parte falsa. Lo verdadero de
tal afirmación radica en el hecho de que la enseñanza del inglés efectivamente
no funciona de manera global. Pero no es que no funcione por los maestros nada
más. “Es que Pepito o Pedrita son malos maestros. Por eso no aprendo”. La parte
falsa es que no soy un hipócrita. ¿Por qué? Porque me la pasó diciéndoles una y
otra vez que con solamente clases, la cosa no va a ningún lado (especialmente
si el número de horas clase por semana es dos, tres o cuatro).
La enseñanza del inglés no funcionará sin importar si
mandamos a nuestros maestros a las mejores universidades del mundo a que se
capaciten o si nunca les damos un curso, porque desafortunadamente, tal y como
se imparten las clases, estamos partiendo de un concepto errado: suponer que el
conocimiento gramatical nos lleva a la producción y a la fluidez (las personas
que realmente hablan bien un idioma no tienen, en la gran mayoría de los casos,
ni la más remota idea de la gramática de ese idioma; el conocimiento gramatical
no es un paso previo indispensable y a menudo retrasa significativamente la
mejora).
Nuevas acusaciones
“Entonces teacher, es usted un doble hipócrita, porque usted
nos enseñó y nos enseña gramática”.
Si leyeran a Krashen, mi adorado Krashen al que muchos denuestan
(¡qué feo suena!, así dice la RAE que se dice, ¿por qué no “denostan”?), pero
nadie supera, entenderían por qué lo hago. Imagínense a un grupo con el que
sólo tengo dos horas a la semana. La mayoría lleva – supuestamente –
aprendiendo inglés por varios años (claro, en el contexto del aula) y, sin
embargo (o, mejor dicho, por eso), no saben prácticamente nada. Y les voy a
decir por qué: porque todo el tiempo sus maestros se la pasaron explicándoles
temas y no el uso del idioma.
A mí también me causó angustia y estrés darme cuenta lo poco
que funciona mi profesión. No es poca cosa saber que a lo que te dedicas es
medio inservible, pero (P-E-R-O) eso me llevó a preguntarme cómo podía hacerla
aunque fuera un poquito más útil y Krashen ha sido mi guía en este camino.
Teacher talk o hablar
todo en inglés
Primero, me refugié en la siguiente frase que el autor
norteamericano incluye en Principles and
Practice in Second Language Acquisition, EL LIBRO que se tienen que leer si
quieren entender por qué adquieren o por qué no adquieren*, por qué avanzan o
por qué ya se estancaron. La frase es esta: “The
value of second language classes, then, lies not only in the grammar
instruction, but in the simpler "teacher talk", the comprehensible
input” (más o menos página 57… bueno ya, les voy a ayudar un poco más: está
entre la 58 y la 60).
Siguiendo lo que dice mi Stephen, durante un buen tiempo, en
mis grupos de nivel principiante, me dediqué a hablar prácticamente todo en
inglés y yo me divertía mucho. Además, mi “teacher
talk” era input comprensible para mis alumnos. No obstante, pronto descubrí
algo: muchos de ellos se divertían en clase, pero a lo mejor no estaban
aprendiendo mucho (aquí quiero aclarar algo: si se tienen muchas horas clase a
la semana, estoy convencido de que hablar en inglés todo el tiempo o casi todo
el tiempo es lo ideal, pero aceptemos que desafortunadamente esto a menudo no
pasa: a veces tienes dos o cuatro horas a la semana con un grupo, de las cuales
una hora los alumnos tienen que ir a leer las efemérides de Benito Juárez y
otra a una junta para ponerse de acuerdo en quién comprará los aguacates esta
semana).
En este caso, un caso que es muy realista en el contexto
mexicano, el input que les daba hablando sólo en inglés en el aula (aquí me
refiero a los grupos de nivel principiante, que, por lo demás, son la mayoría
en este país; a los intermedios y avanzados sí les hablo prácticamente todo en
inglés y lo seguiré haciendo) alcanzaba para simplemente muy poco. Además,
muchos alumnos, esto también lo menciona Stephen, están tan acostumbrados a la
instrucción gramatical que el día que les cambias el juego se sienten perdidos,
desencanchados y ávidos de algo seguro a lo cual aferrarse (“¿dónde están los
temas? ¿dónde están las notas de clase?”).
La clave para no
estancarse
Entonces dije “Juan Carlos ve al fondo del asunto”. Si
realmente quieres ayudar a tus alumnos de nivel principiante, ¿qué puedes hacer
por ellos? ¿Cuál es la diferencia entre un aprendiz que se estanca y otro que
no? Y la respuesta es muy clara: el que no se estanca, el que avanza, comprende
cada día más mensajes en el idioma meta (“Language
acquisition only happens when we understand messages”; esto lo dijo Krashen
en un paper que empieza con “A” y
cuyo título tiene seis palabras, una de las cuales es Some, otra Applying y
otra Suggestions).
Por lo tanto, si quiero hacer algo por ellos, debo ayudarles
a que cada día comprendan más y más mensajes. Y creo que ahí está la clave de
la gramática: la gramática puede ser un excelente medio para entender, pero debe
ser siempre un medio y no un fin. Una explicación clara de tres minutos que me
dice que cuando se usa will se está
hablando acerca del futuro y otra que me indica que los verbos que terminan en –ed están en pasado me pueden ayudar
muchísimo como aprendiz a comprender más y más (a los interesados en las
explicaciones breves les recomiendo que lean un poco sobre pop-up gramar). Pero esas explicaciones, repito, tienen que ser tan
concisas como sea posible. El caso contrario es las clases en donde nunca se
sale de la gramática; las dos horas gramática, todo el mes gramática y la
pregunta que surge es: ¿para qué?
Los programas de
estudio
Desafortunadamente las personas que elaboran los programas de
estudio en México, me refiero a los que conciernen a las clases de inglés, no
sólo no tienen ni la más remota idea de cómo se aprende realmente un idioma,
sino que, además, son tipos aburridísimos. Para ellos, lo más excitante que hay
en el mundo es una oración yuxtapuesta y sus ojos se les llenan de alegría
cuando alguien les habla de inversions
o del futuro perfecto continuo.
Esto, para mal, permea en las aulas. Los coordinadores y los
maestros están más enfocados en terminar un programa de estudios (102%
gramatical) que en realmente ayudar a sus alumnos a que entiendan cada vez más.
“Te ayudaría a que comprendieras más, pero hoy tenemos que ver la diferencia
entre will y going to, mañana el reported
speech y la próxima semana el condicional mixto y obviamente no podemos
perder el tiempo”. Jajajajajajaja, maestros y coordinadores: precisamente eso
es lo que están haciendo… perder el tiempo, el de ustedes y el de sus alumnos y
todo porque ustedes quieren acabar un programa que, además, está hecho con las patas. Pero los entiendo.
Imagínense que no terminaran el programa. ¡Uy, qué grave! Yo creo que bajaría
el mismísimo Dios Padre y los castigaría. ¡Uyyy!
Y los libros de texto…
no cantan mal las rancheras
Aunado a lo anterior, muchos de los libros de texto también
están basados en el componente gramatical, si bien cada vez más incluyen mucha
más práctica de las cuatro habilidades. Pero, por lo que veo, la inclusión del
listening, reading y demás, parece un poco falsa, un poco a regañadientes y,
por ende, no es poco común encontrar audios o textos más falsos que un billete
de $28.90 en el que se repite hasta el cansancio una estructura gramatical. En
la vida real, nadie habla así.
Por eso, a muchos de los estudiantes que más o menos van
avanzando con el libro les cuesta trabajo dar el salto hacia lo que
denominaríamos “el inglés real”. Están tan habituados al inglés
simplificado, que cuando se trata de entender lo que realmente pasa afuera del
aula, simplemente no saben ni por dónde empezar.
¿Entonces las clases y
los libros “no sirven pa’ nada”?
Las clases y los libros pueden servir para algunas cosas muy
puntuales. Pueden servir como un primer acercamiento al idioma. Para explicar
esto, comparto un ejemplo personal. Mis primeras 200 horas de alemán fueron en
clase y la clase siempre fue gramatical. Tal vez no avancé tanto, pero me
aprendí cosas que ahora me permiten entender mejor los textos y los audios en
ese idioma. Aprendí a reconocer cuándo la oración está en pasado, cuándo está
en presente y cuándo está en futuro; aprendí a reconocer las declinaciones (lo
que ahora me evita muchas confusiones) y aprendí a identificar las estructuras
con weil y ob, que tanto me ayudan a expresar lo que quiero decir. Pero ahí
está la clave, en lo que acabo de decir: la función de una estructura
gramatical es ayudarte a entender o ayudarte a expresarte y hasta ahí.
Lo mismo pasa con los maestros. Los maestros pueden guiarte,
pueden ayudarte y pueden motivarte (o, incluso, desmotivarte), pero todo esto
debería de ser temporal. Un maestro no puede estar contigo 24/7 y es por eso
que no creo mucho en la enseñanza del inglés, pero sí en el aprendizaje del
inglés*.
El error que cometemos es pensar que es en las clases donde
avanzamos. No, no y no. En las clases puedes conocer o repasar cierto
vocabulario o cierta gramática que te ayudará en la clase real del idioma: la
vida diaria, el día a día. Y quien no tiene vida diaria en inglés o quien no
tiene día a día en inglés NO AVANZA.
Manos a la obra
Si sientes que no avanzas, no te quedes nada más con la
mediocridad de tu clase. Hay vida después del aula y tu progreso realmente se
definirá en la interacción y el contacto que tengas con otros hablantes de tu
lengua meta, con la literatura en ese idioma y con todo lo que puedas escuchar
constantemente (audios, videos, películas, programas de televisión y de radio,
entre muchos otros). Si quieres progresar, te invito a que leas “17 Consejos para aquellos que ya se estancaron y una propuesta
atractiva”.
*Krashen diferencia entre adquisición y aprendizaje y tiene toda la razón para hacerlo. Yo, como ya lo he comentado anteriormente, utilizo normalmente estos términos como sinónimos en este blog con la única finalidad de no causar confusión en el lector (ya que este blog es leído por gente con profesiones muy distintas, que no necesariamente tienen por qué saberse todo lo que Krashen u otros expertos del área han escrito). Por lo demás, cuando me interesa establecer la diferencia entre uno y otro término, lo hago de forma explícita.
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duda, pregunta, comentario o sugerencia escribiendo al correo electrónico juan.garciavaldes@cadlenguas.com
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