jueves, 31 de agosto de 2017

Bloqueo, bloqueo, bloqueo: Sólo si priorizas, avanzas

Juan Carlos García Valdés

¿Cada cuánto ves a tus mejores amigos? ¿Cada cuánto vas a la reunión familiar, al bautizo, al bodorrio, a los quince años de la prima de tu amiga, al baby shower de tu vecina? ¿Cada cuánto te sientas a apoyar a tu equipo favorito, ya sea enfrente de la caja para tontos o en la grada del estadio? ¿Cada cuánto sales de vacaciones?

Oye, ¿pues no que no tenías tiempo? Lo que pasa es que estás usando una técnica que si usaras para el aprendizaje del inglés te redituaría y mucho. Estás usando la técnica del bloqueo.


Hay que ser congruentes

Si esa cantaleta de que no tienes tiempo para aprender inglés fuera cierta, entonces tampoco tendrías tiempo para todo lo demás que ya se comentó, porque si tienes tiempo para eso, también tienes tiempo para aprender inglés. Lo que pasa, más bien, es que no te importa.

Sí, ya sé, vas a decir que sí te importa. "No teacher, ¿cómo cree? Claro que sí". Pero seamos honestos, eso es de dientes para fuera, puro lip service, mera palabrería, porque cuando algo te importa de verdad, lo haces y ya. Punto. Sin excusas.

Tú más bien, si dices no tener tiempo, te has convertido en un político profesional, de esos que hacen mil promesas y no cumplen nada. Ah, pero eso sí, ¡cómo sonríen! Si arguyes no tener tiempo, deberías también pedir que cambiaran tu apellido a Peña Miento o Tramp-osillo.


¿Por qué sí te da tiempo de ir a la pachanga, pero no de repasar?

Cuando haces algo, es porque lo estableciste, consciente o inconscientemente, como una prioridad y por ende bloqueaste todo lo demás. A lo mejor estás vuelta loca en el trabajo o en la escuela, pero te dio tiempo de ir a comprar el regalo, el vestido para la fiesta, los zapatos y hasta de irte a maquillar cual estrella de Hollywood. En otras palabras, al menos por unos minutos, horas o días, todo lo demás lo mandaste a la reverenda Chihuahua. Para no quedarle mal a tu best friend forever and ever, a tu prima a la que ves cada que hay eclipse solar o hasta a tu vecinita, a la que apenas ubicas.

Te preguntas cómo les vas a quedar mal a las susodichas, pero lo cierto es que tú siempre te quedas mal a ti misma porque cuando viene el llenado de la solicitud de trabajo no sabes si poner Inglés 2% o ya mejor next y busquemos un empleo donde no estén molestando.


Bloqueas cuando es prioritario, no le busquemos tres pies al carnero

Analicemos la manera en la que bloqueas el tiempo cuando se viene el casamiento de tu cuñada, conocido o peor es nada.

En primer lugar, existe un interés de tu persona por ser partícipe de tal evento, suceso o reunión. Entonces lo apuntas en tu agenda o confías en tu memoria (cosa que yo no podría hacer) y empiezas la segunda etapa, la de los preparativos.

Si tu jefe te dice que el día D hay junta, lo mandas a volar, y si un conocido de esos que abundan te invita a la Tercera Reunión de la Asamblea para un México sin Conejos Verdes cuyas Orejas Midan más de Diez Centímetros, simplemente lo bateas. Tú estás concentrado en lograr tu objetivo: ir al evento, divertirte y de paso asombrar a los asistentes con tus habilidades en el Payaso de Rodeo (algo que yo tampoco podría).

¿Te das cuenta? Estás concentrado y no permites ninguna interrupción ni dilación alguna, o como diría Paco Jémez: "para estupideces no estoy".

¿Y entonces por qué cuando de practicar se trata sí estás para todo tipo de tonterías e interrupciones? Pues simplemente porque a) no lo has definido como una prioridad o b) porque te vale lo que a mí aprender a hacer windsurfing.

Hasta que no visualices para qué quieres el inglés, este no podrá ser una prioridad en tu vida

En serio, de verdad, la neta del planeta, aquí entre nos, off the record, ¿para qué quieres el inglés? Si en tu cabeza o en tu corazón todavía no hay una respuesta clara, no habrá forma de que este se convierta en uno de los ejes rectores de tu vida.

Lo mismo pasa, por ejemplo, con el dinero. Los que nunca lo tienen es porque no saben para qué lo necesitan. En el momento en el que alguien se da cuenta para qué desea tenerlo, el proceso se vuelve mucho más fácil. Sucede de igual forma con el tiempo libre y con el amor, con los autos y el conocimiento, con la amistad y las pica fresas.

Así es que si no has sabido contestar el para qué, es momento de sentarse y reflexionar: What is the point of learning English? ¿Para tener un mejor trabajo? ¿Para hacer una maestría en Pachuca, Hidalgo? ¿Para conocer gente? ¿Para conocer a tu príncipe azul o a tu princesa lila? ¿Para farolear? ¿Para leer Harry Potter en idioma original? ¿Para ver tu serie favorita sin subtítulos? ¿Para viajar? ¿Para qué exactamente? Encuentra la respuesta y podrás empezar a bloquear aquello que no te conduce a la consecución de tu objetivo.


Copia, copia, copia

Ya se los digo yo, con toda la sinceridad del mundo: desde que hice de mi aprendizaje del alemán una prioridad en mi vida, siempre encuentro tiempo para practicar, aprender y repasar (y los avances definitivamente los siento).

Lo que hice fue copiarles a los que saben o supieron como establecer prioridades: Brian Tracy, Jim Rohn, Tony Robbins y Bodo Schäfer, entre otros. Vi sus ejemplos, sus resultados y me dejé llevar, porque como dice una canción muy sabia: "Les digo ven, ven, ven, animalito ven, ven y sígueme y verás lo que vas a aprender", siempre sin dejar de lado que "lo peligroso es gracioso, lo difícil es hermoso" y lo más grande es el hecho de decir: ¡Me puedo comunicar en otro idioma!!!


Manos a la obra

Bloquea una hora al día (o dos o tres) de acuerdo con tus posibilidades para seguir aprendiendo inglés. En ese lapso, no permitas interrupciones y dedícate a los libros, a las canciones, a las series o a lo que sea que hayas elegido para practicar. Si lo has logrado para tus eventos sociales, reuniones y demás actividades, no veo por qué no puedas hacerlo para tu aprendizaje del inglés. A no ser, claro está, que no te importe.

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